Los nacionalistas del Grupo Mixto votan contra Aznar por "intolerante"

"Tiene fobia contra el discrepante". Fue la acusación que Francisco Rodríguez, del Bloque Nacionalista Galego (BNG), el portavoz más beligerante de los seis partidos nacionalistas del Grupo Mixto, hizo ayer a José María Aznar para explicar el rechazo a su investidura como jefe del Gobierno. Sus compañeros parlamentarios -PA, ERC, IC-V, EA y Chunta Aragonesista- reprocharon al PP el olvido de las "nacionalidades" integradas en España y advirtieron contra el rodillo de la mayoría absoluta, que, a su juicio, ya ha comenzado.

La sesión con el Grupo Mixto acostumbra a ser bronca, tanto por el tono duro que emplean los partidos que lo integran, deseosos de aprovechar una de las pocas oportunidades que tienen para hacerse oír, como por las respuestas agrias de Aznar. Ayer en su réplica conjunta a los seis portavoces del Grupo Mixto, recalcó su desacuerdo con la idea de España que, en su opinión, transmitían los nacionalistas, como una "amalgama estrafalaria" de territorios "históricamente agraviados". "¿Pero todavía estamos en ésas?", preguntó. Los nacionalistas le habían reclamado mayor comprensión, atención e inversión en sus comunidades. Hubo críticas, muchas y muy duras, al proyecto del PP.El más vehemente fue el portavoz del BNG. Rodríguez recordó el veto "intolerante" y "prepotente" que el PP ha impuesto para que los gallegos formen grupo propio. Aunque se necesitan cinco diputados para ello, y el BNG tiene sólo tres -con el 19% de los votos en Galicia-, todos los grupos estaban de acuerdo en permitir que el PNV y CDC le prestaran uno cada uno. Los populares impusieron su mayoría en la Mesa del Congreso para impedirlo. Sin embargo cedió los necesarios para que Coalición Canaria (CC), con cuatro escaños, formase grupo propio. Aznar con el tono brusco que suele utilizar cuando se dirige al BNG, calificó de "terrorífico" el discurso de Rodríguez, respondiéndole que era una decisión de la Mesa del Congreso que no depende de él. Joan Saura, de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) le dijo a Aznar que "nadie se cree eso" y pidió al Gobierno "modernidad" para asumir los retos ecológicos.

Rodríguez subió poco tiempo después a hacer la contrarréplica. Bastante alterado por el tono que había empleado el líder del PP, acusó a este partido de "violar groseramente" las normas del Congreso. Y no sólo recordó con indignación el caso de CC, sino que, señalando a los bancos populares, hizo notar que entre ellos estaba sentado Jaime Ignacio del Burgo, de UPN-PP que aún es miembro del grupo canario. Rodríguez clamó que el "rodillo" del PP ya había comenzado y se marchó del estrado entre los aplausos de muchos diputados.

Tras la bronca con los gallegos volvió la de los vascos. Eusko Alkartasuna reeditó la disputa que el martes habían mantenido su socio de Gobierno en el País Vasco, el PNV, y Aznar. Begoña Lasagabaster dio la vuelta a la pregunta del presidente del Gobierno ("¿Qué hace falta para que se abandone el Pacto de Lizarra?"), y le espetó que la de ayer era su investidura y no la de ella, y que era el líder del PP quien debía responder qué va a hacer para solucionar el conflicto vasco. Se apoyo en una encuesta del Ministerio del Interior, según la cual un 77% de los vascos y un 64% de los españoles cree que la solución al terrorismo debe ser "política" y no sólo "policial". Aznar respondió en términos parecidos a los del martes y dijo que habían "fracasado" los objetivos de Lizarra. EA denunció la campaña "descomunal" de "atosigamiento" y "agresividad" del PP contra el nacionalismo vasco.

José Núñez, del PA, socio del Gobierno socialista andaluz, diferenció su modelo federal de España del de Aznar y reivindicó la capacidad de autogobierno de su comunidad. Le siguió Joan Puigcercós, de Esquerra Republicana, con un discurso afilado en el que concluyó que el Estado discrimina la aportación de la economía catalana y está "en contra" de su región.

Terminó José Antonio Labordeta, primer diputado de la Chunta Aragonesista, que tras hacer un repaso histórico del aragonesismo pidió infraestructuras para su comunidad.