Los republicanos y los parientes de Miami denuncian el daño psicológico causado a Elián
Bill Clinton y su titular de Justicia, Janet Reno, recibieron ayer un aluvión de críticas por la operación policial que el sábado sacó a un despavorido Elián González de la casa de sus parientes en Miami y le reunió, en una base aérea próxima a Washington, con su padre, Juan Miguel González. Los parientes de Elián en Miami y políticos republicanos, empezando por el candidato presidencial George Bush, tildaron de "abuso de fuerza" la acción del sábado. El Gobierno replicó que la actuación de los agentes federales estuvo justificada por la negativa de los parientes de Miami a entregar a Elián a su padre.
En una conferencia de prensa celebrada en el Congreso y difundida en directo por numerosas cadenas de televisión, Marisleysis González, prima del chaval y su madre adoptiva desde su rescate en las costas de Florida, en noviembre, denunció el "horrible daño psicológico" causado a Elián por la irrupción sorpresiva y nocturna de agentes armados en la casa de Miami. Tras la muerte de su madre en el intento de fuga de Cuba, esa noche, dijo Marisleysis, será "la peor pesadilla en la vida de Elián". Con la inscripción "abuso federal de un niño", Marisleysis mostró en repetidas ocasiones la foto de un reportero de la agencia Associated Press en la que un policía con casco y fusil automático se apodera de un aterrorizado Elián, refugiado en un armario con Donato Dalrymple, uno de los pescadores que le rescataron. Esa foto, reproducida ayer en todo el mundo, se ha convertido en el principal problema de imagen de Clinton desde el caso Lewinsky.
La batalla política y sentimental se trasladó ayer a Washington. Presentes en la capital norteamericana, Marisleysis y su padre, Lázaro González, intentaron ayer por segunda vez en 48 horas visitar a Elián, reunido desde el sábado con su padre en la base aérea de Andrews. Pero no les dejaron pasar. Así que, amparados por Bob Smith, senador republicano por New Hampshire, expresaron su frustración desde el Congreso. "Como ciudadano norteamericano, estoy terriblemente avergonzado de lo que hizo mi Gobierno el sábado", declaró el senador Smith.
El día anterior, su correligionario Trent Lott, líder de la mayoría del Senado, comparó el asalto a la casa con la represión en la Cuba de Fidel Castro. Y mientras el candidato presidencial demócrata, Al Gore, se desmarcó de la Casa Blanca en un lacónico comunicado, su rival republicano, George Bush, declaró: "La imagen estremecedora de un niño sacado de su hogar a punta de pistola desafía los valores de EEUU".
Aunque favorable por amplia mayoría a la entrega de Elián a su padre, la opinión pública norteamericana seguía ayer conmocionada por las duras imágenes de la intervención policial en el fin de semana de Pascua. Algunos la tildaban de "bárbara"; otros decían que, ante la testarudez de la familia de Miami, el Gobierno no tenía otra alternativa. Situándose en el primer campo, Tom Delay, líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, calificó de "indignante, ilegal y anticonstitucional" la operación y anunció una investigación parlamentaria.
Tras haber sido justificada el sábado por Clinton y Reno, el asalto de los federales fue defendido ayer por Eric Holder, fiscal general adjunto, y Doris Meissner, responsable del Servicio de Inmigración (INS). Esos altos funcionarios aseguraron que los agentes actuaron con un mandato de un juez federal y exhibieron sus fusiles porque habían recibido informes de que en la casa había armas. "Eso es mentira, no habían armas en la casa", replicó Marisleysis.
Meissner rechazó que, en contra de lo dicho por Marisleysis, los federales amenazaran con disparar contra las personas que se encontraban en la casa de la Pequeña Habana. "La operación", dijo, "fue perfectamente legal y estuvo bien llevada". La responsable de Inmigración añadió que la reunión de Elián y su padre fue "muy, muy emocionante".
Ni el Gobierno de EEUU ni Gregory Craig, el abogado de Juan Miguel, informaron de cuáles serán los próximos movimientos. Juan Miguel ha residido desde su llegada a Washington en la residencia del jefe de la sección de intereses cubanos en EEUU. Pero algunos juristas señalaban ayer que no puede llevarse allí a su hijo, porque ése es territorio cubano y el tribunal de Atlanta ha prohibido que el niño abandone EE UU.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.