Castro asegura que el 'caso Elián' supone la primera tregua con EEUU en 41 años
Desde el primer momento estuvo claro que, para Fidel Castro, el caso Elián "era mucho más" que una simple batalla por lograr el regreso del niño balsero. Las aristas políticas del drama de Elián, una vez que el exilio anticastrista tomó partido, eran evidentes: el caso servía tanto para separar a Washington de la poderosa comunidad cubana de Miami como para acercar por primera vez a EE UU y a la Cuba de Castro en torno a una causa común. El mandatario cubano así lo corroboró el sábado, al asegurar que, tras 41 años de enfrentamiento, "hoy es un día de tregua" entre ambos países.
Se refería Castro al reencuentro entre Juan Miguel González y su hijo, que había tenido lugar horas antes después de una aparatosa operación de rescate del Servicio de Inmigración (INS) de EEUU en Miami. "Ésta es una victoria que compartimos con el presidente de Estados Unidos, que tuvo una actitud firme", aseguró. El lugar donde pronunció estas palabras el líder comunista, cuya pasión por la simbología de las fechas históricas es conocida, no pudo ser más revelador: el Central Australia, en el pueblo de Jagüey Grande, desde donde, 39 años antes, él mismo dirigió los combates contra los invasores de bahía de Cochinos.Cierto es que 24 horas después, ayer domingo, Castro matizó sus palabras: "En realidad, yo ofrecí una tregua cortés de 24 horas, elegante". Por lo tanto, ya ha vuelto "la vida normal de estos 41 años" y, ahora, la "venganza" de la justicia norteamericana consiste "en mantener secuestrada a la familia [González]" en EEUU.
Castro estableció una similitud entre esta batalla militar con la librada para lograr el regreso de Elián, y señaló: "Si en Girón el triunfo fue nuestro exclusivamente, el de hoy es compartido". "No tengo reparo en decir que la fiscal general y la directora del INS se han portado bien. Y que el presidente de EEUU actuó con altura". "Hoy es un día de tregua con EEUU, quizás el único en 41 años...; por eso", añadió, "es justo que este acto no sea de jactancia ni de vanagloria". Castro también defendió la fuerza empleada en la operación de rescate del pequeño, pues, dijo, el tío abuelo de Elián iba armado. "Llevaba siempre una pistola en la espalda, no se separaba de ella; ese datico se lo dimos a EEUU". Calificó de "perfecta" la operación y sugirió que fue el propio Juan Miguel quien la precipitó al manifestar al INS su determinación de viajar el domingo a Miami a rescatar al niño.
Castro, y después el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, santificó a Juan Miguel como un héroe más del altar revolucionario y dejó abiertas las puertas para que, a su regreso, pueda ocupar algún cargo político. Durante el acto de Jagüey Grande, convocado para celebrar el 39º aniversario de bahía de Cochinos, no para festejar el reencuentro de Elián con su padre, Castro se mostró muy irritado con Europa por su votación a favor de una resolución de condena a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra. Habló de una "mafia europea" que se "ha sumido en el lodo" al votar junto a EEUU, dando armas al exilio anticastrista para complicar el caso del niño balsero. "Los que votaron junto a EEUU han puesto en peligro la solución del caso Elián, y eso no lo olvidaremos nunca", dijo Castro, lo que explica el por qué de la súbita decisión de Cuba de suspender la vista que la troika de la UE debía realizar esta semana a la isla para retomar el diálogo político con La Habana, interrumpido en 1996.
