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Guardias de seguridad patrullan los campos de cultivo del Baix Llobregat

Una vieja aspiración de los agricultores del Baix Llobregat ya es una realidad. Desde hace unos días, unos agentes de seguridad patrullan por los campos de cultivo del Parque Agrario del Baix Llobregat para evitar los habituales robos a los payeses. Son los Guardias de Campo, un servicio de seguridad inédito en Cataluña. Los guardias patrullan desde hace unos días en fase de prácticas y a partir de mañana lo harán de forma efectiva. Se trata de dos equipos de día y uno de noche que recorren en vehículos todoterreno los campos de los municipios integrados en el Parque Agrario. El hecho de que se trate de una vigilancia supramunicipal ha obligado a crear esta figura. Los guardias complementarán el trabajo de las policías locales de cada población.

Los vigilantes, que llevan un arma larga y han recibido instrucción de la Guardia Civil, tienen unos itinerarios fijos con controles de paso establecidos siempre fuera de las vías principales. El servicio se organiza en función de los cultivos y de las necesidades de los payeses y la temporada. Así, la vigilancia se verá reforzada en los campos de cultivo cuyos productos estén a punto para la recolección. La conflictividad también va ligada muchas veces al producto. Así, las alcachofas son más codiciadas por los ladrones que los puerros. Con todo, la fruta es lo que más se roba.

Los agricultores demandaban desde hacía tiempo un servicio de vigilancia más completo, dado que el que ofrecían las policías locales se quedaba corto. La proximidad de los campos de cultivo a importantes núcleos de población y, sobre todo, a numerosas vías rápidas hace que el robo de frutas, verduras y hortalizas sea relativamente fácil.

Mucha de esta mercancía robada se vende después en puestos ilegales de los mercadillos semanales. En ocasiones, los ladrones están perfectamente organizados y acuden a los campos con furgonetas. Otras veces los robos son sólo para consumo propio.

Los guardias van uniformados y son perfectamente identificables: su uniforme recuerda al de los vigilantes de Yellowstone, el popular parque estadounidense. Si sorprenden a un ladrón, le confiscan la mercancía y lo entregan a la Guardia Civil o a la Policía Local. El servicio lo ofrece una empresa de seguridad privada contratada por el Consorcio del Parque Agrario, formado por la Diputación, el Consejo Comarcal del Baix Llobregat, los ayuntamientos y el sindicato Unió de Pagesos.

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