Grau crispa a UP al variar su postura sobre la fruta seca
La reunión mantenida ayer por el consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Grau, y el ministro Jesús Posada fue calificada de "traición" por los representantes del sector de la fruta seca de Unió de Pagesos (UP). Al finalizar la reunión, Grau apoyó los postulados del ministro de solicitar a la Comisión Europea la continuidad del actual sistema de ayudas que perciben los payeses. En cambio, UP exige que las subvenciones sean de carácter directo y que estén desligadas de la producción.Según recordaron los dirigentes de UP, Grau se había comprometido a defender la ayuda directa a la renta y no la continuidad del modelo existente, lo que, según los agricultores, condena al sector a "pan para hoy y hambre para mañana".
El coordinador del sector de la fruta seca del sindicato, Pere Guinovart, explicó que el cambio de actitud del consejero "no es comprensible", por lo que se replanteará acudir a nuevas reuniones con los representantes de las administraciones si antes éstos no dan explicaciones coherentes. El sindicato estudiará si endurece su discurso ante el nuevo rumbo que toman las negociaciones con el rechazo de sus peticiones por parte del ministerio y del departamento.
En la asamblea que se realizó el pasado jueves en La Pobla de Mafumet (Tarragonès), UP acordó exigir una reunión al ministro para que explique el resultado de su petición ante el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea de prolongar las ayudas, una cuestión que según explicó Guinovart, el sindicato se replanteará en una próxima asamblea en la que se decidirá la convocatoria de nuevas protestas. De hecho, el tono de UP en la asamblea ya recordó al empleado en la"guerra de la avellana" de 1996, en la que mantuvo movilizaciones durante nueve meses con cortes continuos de carreteras.
Tras su reunión con el ministro, el consejero de Agricultura justificó la solicitud de mantener las ayudas (que finalizan en mayo) alegando que estudiar nuevas subvenciones "nos embarcaría en una negociación incierta". En Cataluña se cultivan 90.000 hectáreas de frutos secos. Sus productores perciben ayudas, que consideran insuficientes, en función de la producción, los planes de mejora de la calidad y la comercialización. El sindicato reclama una ayuda fija de 88.000 pesetas por hectárea cultivada.
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