El sucesor de Starr no descarta procesar todavía a Clinton por el 'caso Lewinsky'
El fiscal independiente Robert Ray, sucesor de Kenneth Starr en varias investigaciones aún abiertas contra Bill Clinton, estudia la posibilidad de llevar al presidente a los tribunales ordinarios por perjurio en su declaración jurada en el marco del caso Lewinsnky. Aunque el Senado rechazó el impeachment del presidente -que habría sido expulsado de la Casa Blanca en caso contrario-, al fiscal le queda todavía resolver sobre el archivo de las acusaciones o su tramitación hacia la justicia ordinaria. En una entrevista en el informativo This Week, de la cadena ABC, Ray asegura que antes de tomar una decisión indagará aún más en las acusaciones, en colaboración con nuevos fiscales y varios agentes del FBI, "gente experimentada que me ayudará a tomar una decisión". Un juez federal de Arkansas todavía tiene abierta una causa por perjurio contra Clinton, que se basa en 10 posibles mentiras en su declaración jurada de Lewinsky, la joven que mantuvo una relación con el presidente cuando era becaria en la Casa Blanca. Según Ray, esas 10 acusaciones "no las puede poner en duda ninguna persona razonable".
Ray, en sus primeras declaraciones sobre el caso tras relevar a Kenneth Starr en el cargo, recuerda que la decisión del Senado fue no cesar al presidente, pero eso no le absuelve de sus delitos: "Ahora es mi obligación como fiscal centrarme en el caso y determinar si se han cometido delitos y si es conveniente presentar cargos" contra Clinton, lo que podría ocurrir "a lo largo de este año". Los abogados del presidente declinaron hacer comentarios.
Debate de ética y política
La posibilidad de llevar a Clinton a la justicia ordinaria plantea otro debate que mezcla ética, política y justicia. Igual que Richard Nixon mereció el perdón presidencial de Gerald Ford en 1974 para evitar que tuviera que responder ante la justicia ordinaria por el caso Watergate, la corriente jurídica más asentada recomienda a Ray esperar a que Clinton termine su mandato para que pueda así recibir un futuro perdón presidencial de su sucesor; en caso contrario, Clinton estaría sometido a la injusticia de ser la única persona de EEUU que no puede recibir un perdón presidencial porque no le está permitido perdonarse a sí mismo. En todo caso, el Supremo nunca ha estudiado una hipotética inmunidad temporal del presidente en el ejercicio de su cargo.
También en contra de ese procesamiento está la lectura que hace buena parte de la clase política: Clinton ya ha sido castigado con un deshonroso juicio de impeachment que marcará por siempre su legado político. Sin embargo, Ray no se muestra amilanado en absoluto por quienes quieren que el caso Lewinsky pase definitivamente a la historia: "Lo que está en juego es otra cosa: lo que está en juego es demostrar que ninguna persona, incluido el presidente de EEUU, está por encima de la ley", aseguró en la ABC. Ray también garantizó que este año concluirá su investigación del caso Whitewater, el entramado inmobiliario en el que también están implicados los Clinton.
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