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Pallerols, la sombra que planea sobre Unió

El andorrano hacía fichas personales de muchos altos cargos de Trabajo

Fidel Pallerols Montoya es el hombre que está en el ojo del huracán político después de que la policía andorrana se incautase de notas de pagos a Unió Democràtica y a varios dirigentes de este partido halladas en la contabilidad de sus empresas, que reciben subvenciones del Departamento de Trabajo por formar parados.Pallerols, nacido en un pueblo de Lleida, se casó con una importante heredera andorrana, con negocios en empresas de tabaco y objetos de regalo, lo que le facilitó la residencia en el país. Comenzó con un pequeño negocio de equipos informáticos (CEI) y ofrecía cursos de iniciación a sus clientes. Sus ofertas de ordenadores del comercio de la avenida de Príncep Benlloch (Andorra la Vella) han sido investigadas por la Guardia Civil, ya que se detectaron compras de equipos en Barcelona que eran etiquetados de nuevo en Andorra y vendidos otra vez en Cataluña.

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En 1993 entró en contacto con dirigentes de Unió Democràtica de Catalunya (UDC). Su ascenso a partir de ese momento fue fulgurante. Por el sistema de franquicias, sus academias conquistaban Girona, Lleida, Tarragona e incluso Barcelona, hasta completar 24 centros. Todo un récord para un hombre cuya cultura empresarial sorprendió, por elemental, a José María Cuevas, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales.

Los centros de Pallerols, que recibieron de Trabajo un total aproximado de 1.500 millones de pesetas, tenían como primera ejecutiva a Maria Creu Guerrero Casamian, natural de Figueres y ex presidenta de Unió de Joves, la organización juvenil de UDC. Pallerols y Guerrero tenían interlocución directa con Vicenç Gavaldà, anterior secretario de organización de UDC, y con su hermano Lluís, ex director general de Empleo de la Generalitat. Quizá por ello, el avispado empresario andorrano colocó en sus oficinas a un tercer Gavaldà, Ferran, con poderes ejecutivos en sus empresas.

Año tras año, los centros CEIF, AND y TEO recibían un volumen que convirtió a Pallerols en el quinto receptor de subvenciones para la formación de desocupados distribuidas por el Departamento de Trabajo, que en un 45% provienen del Fondo Social Europeo (FSE). Pallerols adquiría edificios enteros y abría locales por doquier. El empresario acumuló un importante patrimonio inmobiliario. Sus centros de La Seu d'Urgell, Girona, Lleida y Barcelona recibieron en 1997 unos 385 millones.

Por entonces, Pallerols se separa de su esposa, pero mantiene a su cuñada, Anna Parramon, al frente de sus empresas y también en la Patronal del Principat (PDP), que fundó y preside con el apoyo de Unió Democràtica y de su líder, Josep Antoni Duran Lleida, y del consejero de Trabajo, Ignasi Farreres, hoy presidente del consejo nacional de UDC.

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Son momentos de vino y rosas en los que dirigentes de Unió se acercan a él y Pallerols apunta en su agenda el número de calzado y marca preferida de altos cargos de Trabajo ("Josep M. Puig. Sebago. 7 1/2 USA"), los nombres de sus esposas e hijos (y sus edades) y los de sus secretarias, además de sus direcciones particulares. También anota en sus contabilidades los móviles que facilita a dirigentes de Unió.

En su agenda también aparecen los nombres de Pere Grau, delegado de Trabajo en Girona; Maria Dolors Llorens, subdirectora general de Empleo, y Josep Maria Carol, actual director del Instituto para la Promoción y la Formación de Cooperativas del Departamento de Trabajo. Y Josep Sánchez Llibre aparece en ella como "KGB".

La contabilidad de Pallerols recoge hasta 199 millones de pesetas gastados en pagos a Unió y sus dirigentes, e incluso se anotan partidas como "totales anuales de aportación a Unió" y otros con un "10%" .

Un aviso de Trabajo de una inminente auditoría motiva que el 23 de abril de 1997, festividad de Sant Jordi, empleados de Pallerols entren en dependencias de la consejería, falseen 30.000 firmas e incluyan 3.000 nuevos documentos para hacer creíble la liquidación de gastos y el número de asistentes a los cursos.

Sus problemas comienzan en enero de 1998, cuando dos ex profesores de Girona denuncian que sus firmas fueron utilizadas como si fueran de alumnos por una academia de Tarragona del mismo grupo empresarial.

A partir de entonces, la Intervención General de la Generalitat inicia controles de los centros de Pallerols y le obliga a devolver 62 millones de las subvenciones otorgadas, lo que no ha hecho hasta la fecha. Incluso en 1999 recibe otros 250 millones, a pesar de que sus centros ya no están en funcionamiento.

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