CiU rechaza destinar suelo de equipamientos a pisos de alquiler

El suelo que el Plan General Metropolitano destina a equipamientos no debe ser destinado a la construcción de viviendas de alquiler para jóvenes. Esta es la opinión expresada ayer por los concejales de CiU Josep Miró i Ardèvol y Joan Puigdollers. Su rechazo se fundamenta en la normativa legal, que determina que el suelo de equipamientos puede ser convertido en zona verde, pero no en residencial, y también en el convencimiento de que el Ayuntamiento de Barcelona tiene suelo suficiente para destinar a vivienda de alquiler para jóvenes, sin necesidad de recalificar terrenos hipotecando servicios en el futuro.Miró y Puigdollers explicaron ayer que el gobierno municipal está llevando a cabo una política de vivienda "absolutamente neoliberal", en la que la única consideración que tiene en cuenta es el precio de mercado del suelo.

Miró i Ardèvol recordó que en 1986 el equipo que dirige el Ayuntamiento prometió 5.000 viviendas de alquiler para jóvenes y que durante todo este periodo sólo ha construido 431 y en solares de baja calidad ambiental, como los que hay a los lados de los cinturones de ronda. Mientras, ha vendido suelo de propiedad municipal por un importe no inferior a 10.281 millones de pesetas. Este suelo, afirmaron los dos concejales de la oposición, podía haber sido destinado a vivienda protegida si se pretendía ayudar a los jóvenes a quedarse en Barcelona y no tener que buscar piso en poblaciones en la periferia de la ciudad.

Puigdollers reclamó, antes de utilizar el suelo destinado a equipamientos para vivienda, la elaboración de un inventario de suelo municipal con posibilidades de ser destinado a vivienda o suelo que tiene que revertir al municipio donde también puedan construirse pisos. Y citó un ejemplo: el edificio situado en la calle de Aviñó que hasta hace un tiempo albergaba a la hacienda municipal y que actualmente está vacío y sin utilidad. Como este edificio, dijo, hay otros que pueden ser destinados a viviendas sin necesidad de comerse el terreno que quizá necesitará la ciudad dentro de 20 años.