VIH-sida y el Gobierno
1.El pasado jueves 17 de febrero, en plena campaña electoral, el Gobierno del PP ha vuelto a mentir respecto a la situación real de la pandemia VIH-sida en España. Así, triunfalmente, ha dicho: "Los nuevos casos en España han bajado más de un 60% desde l995" (EL PAÍS). Utilizando la "definición" oficial de caso de sida, obsoleta a partir de la utilización de los nuevos fármacos antirretrovirales, el PP, de seguir así, en su "Vamos a más", logrará el milagro de hacer desaparecer el sida entre nosotros.Lo cierto es que gracias a los nuevos tratamientos las personas infectadas no llegan a ser "oficialmente" casos de sida. Sin embargo, el PP no informa sobre cuántas personas están enfermas. Durante toda la legislatura se han dedicado a decir que en España existen 125.000 personas infectadas, ni una más. Éstos son los hechos del PP: engañar a la opinión pública utilizando datos no fiables. En este momento se ignora cuántas personas están recibiendo tratamiento, tampoco se sabe el número de pruebas de detección de anticuerpos que se realizan, ni cuáles son los porcentajes de seropositividad y cuáles las tendencias de expansión de la enfermedad. Las ONG creemos que puede haber más de 200.000 personas infectadas y sabemos que la transmisión crece principalmente en mujeres y jóvenes por prácticas heterosexuales sin prevención.
2.En cuatro años se ha retrocedido en la educación sexual. La opinión del Opus Dei le importa más al Gobierno del PP que la salud pública. Por otra parte, saben que para la Conferencia Episcopal siempre serán el "mal menor" que aconseja votar.
3.El invento de transformar en fundaciones los hospitales públicos no es otra cosa que imponer una salud para ricos y otra para pobres: un apartheid sanitario. En la campaña electoral del 96, Aznar se definió como un "thatcherista liberal": en este caso no nos ha mentido.
4.Cuando el Gobierno del PP es contestado por las ONG, recurre a las amenazas. Un ejemplo: ante la campaña de las ONG antisida para lograr el acceso de los enfermos a los nuevos tratamientos, el PP no se conformó con que el célebre profesor Barea asegurara desde TVE-1 que España no se podía permitir tales gastos (fármacos que ya se utilizaban sin problemas en casi toda Europa), sino que convocaron reuniones como la celebrada el 11 de noviembre de 1996 en la sede del PP, en la calle de Génova, en la que se amenazó con represalias a las ONG si la campaña ciudadana no cesaba. En dicha reunión participaron, entre otros, Cristina Ramos (secretaria de Romay Beccaría), la senadora riojana Isabel Sanbaldomero, Vidal Cuadras y Anna Gamazo de Abelló.-
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