El Gobierno central y los armadores recurrirán a la UE la cesión de cuota de anchoa a Francia

Los barcos del Cantábrico salieron ayer a la mar en la costera de la anchoa más complicada de los últimos años. La escasez de recursos ha llevado a la UE a señalar una zona de veda y a limitar la cuota de capturas, pero Bruselas ha permitido que Francia amplíe su propia cuota con 3.000 toneladas cedidas por Portugal. Los armadores de la flota del Cantábrico se reunieron ayer en Galicia y decidieron llevar, como sector afectado, al Tribunal de las Comunidades Europeas, en Luxembugo, esa cesión. Este recurso es paralelo al que tramitará el Gobierno espñol.

El futuro de las 232 embarcaciones de bajura que se dedican a la pesca de la anchoa en el Cantábrico -110 del País Vasco, 65 de Cantabria, 45 de Galicia y 12 de Asturias- puede peligrar. El sector (40 de los 45 armadores de la flota se reunieron ayer en Galicia) quiere que el Tribunal de Luxemburgo suspenda de forma cautelar la cesión de la cuota de Portugal a Francia, ya que una resolución judicial definitiva puede tardar alrededor de cinco años en conocerse.A su vez, el Ministerio de Agricultura y Pesca está preparando, a través de la Secretaría General de Pesca, un recurso en el mismo sentido, según señaló un portavoz ministerial. El plazo para la presentación de estos recursos finaliza el próximo lunes.

Antes de lograrse el acuerdo de Arcachon (1992) entre las administraciones francesa y española quedó demostrado que los sistemas de pesca que utilizan los pescadores de ambos países son incompatibles. Los franceses emplean redes pelágicas y los españoles, artes tradicionales. Para evitar conflictos, se acordó que España trasvasase una cuota de 9.000 toneladas de anchoa a cambio de que los barcos franceses paralizasen su actividad del 21 de marzo al 1 de junio. Hoy, los pescadores del Cantábrico dicen que esa cantidad no se pueden seguir ofreciendo, debido a que la UE ha limitado la cuota en un 52% y el Total Admisible de Capturas (TAC) impuesto por los Quince a España es de 14.400 toneladas. Entienden, por tanto, que ceder 9.000 toneladas de anchoa a Francia a cambio de que los pescadores del país vecino cesen menos de tres meses su actividad sería una locura. Las conversaciones que han mantenido los representantes de las Cofradías de Pescadores francesas y españolas no han llegado a ningún punto, ya que las propuestas de los segundos no satisfacían a los primeros.

Tanto el Gobierno vasco como la Diputación de Guipúzcoa han mostrado su apoyo a la flota de bajura. Las Juntas Generales de esa provincia piden a las autoridades europeas el establecimiento de una prohibición expresa de la pesca con artes pelágicas y volantas desde el paralelo 46 hacia el sur, y reclaman "el derecho a poder establecer negociaciones directas entre los sectores de pesca directamente afectados".

El viceconsejero de Pesca, Luis Miguel Macías, cree que si el Gobierno central no pidiese la suspensión cautelar para evitar el trasvase de cuota se produciría "un daño irreparable" para el sector pesquero de bajura. Macías cree que los pescadores franceses pararán a finales de marzo para evitar conflictos en la mar. "Lo que no está claro", añade, "son las contrapartidas que se le pueden ofrecer a Francia".

Los armadores y representantes de las cofradías reunidos ayer en Galicia intentaron consensuar un acuerdo que posibilite que la costera de anchoa de esta campaña se desarrolle en las mejores condiciones posibles, según el presidente de las Cofradías de Pescadores de Guipúzcoa, Jaime Tejedor. Entre todos desean que la Administración central apoye sus iniciativas y que haga lo posible para que Francia no capture en sus caladeros las 3.000 toneladas asignadas a Portugal.