Una recepción militar sin rango oficial
Está previsto que Augusto Pinochet llegue a Iquique, 1.800 kilómetros al norte de Santiago, entre las tres y las cinco de la madrugada de hoy (hora chilena), tras una escala técnica en un tercer país -que se produjo a las 23.37, hora peninsular española, según el Ejército chileno-. El país donde se produjo la escala era un secreto anoche, aunque los cuatro lugares posibles eran las islas Bermudas, Bahamas o Ascensión, y Recife (Brasil).La recepción sólo se producirá más tarde, en la base del grupo número diez de la Fuerza Aérea, situada junto al aeropuerto de Santiago. Allí se estima que llegará entre las 12.00 y las 16.00 de hoy (hora de Madrid). Una banda del Ejército chileno interpretará dos de sus marchas preferidas, Lili Marlene y Erika.
Pinochet permanecerá pocos minutos en ese lugar. Unas ciento cincuenta personas, entre ellas empresarios que contribuyeron a financiar sus gastos y ex ministros de su dictadura, estarán presentes allí. No habrá autoridades del Gobierno ni recepción oficial. La operación del regreso, controlada por el Ejército, contempla trasladar al general, en un helicóptero, hasta el Hospital Militar, situado en la elegante comuna de Providencia, cuyas calles principales ha embanderado de antemano el alcalde Cristián Labbé, el mismo ex militar que meses atrás ordenó que no se recogiera la basura de la Embajada de España en represalia por la detención de Pinochet a instancias del juez Baltasar Garzón.
La Fundación Pinochet ha convocado a los partidarios del general a esperarlo en las calles cercanas a este hospital con banderas chilenas y pañuelos blancos. Será un acto sin oradores y aunque los partidos de la derecha oficialmente no concurrirán como tales, porque no desean hipotecar votos de sus colectividades, sí lo hará la mayoría de sus dirigentes. En el Hospital Militar, Pinochet será sometido a exámenes médicos por espacio de dos o tres días, durante los cuales tendrá restringidas las visitas. Se espera que inmediatamente después se traslade a su residencia de descanso en Bucalemu, donde se reunirá con la familia.
Las imágenes de televisión en las que se ve el momento del despegue del avión con Pinochet fueron recibidas con gritos de júbilo y lágrimas por cientos de simpatizantes reunidos en la citada fundación. A continuación se cantó el himno nacional.
