Tecnología al alcance del gigante asiático
La superficie de transgénicos que proyecta cultivar China supera el total mundial actual, que asciende a 400.000 kilómetros cuadrados, de los que 280.000 están en Estados Unidos. Los principales cultivos en el mundo son la soja, el maíz, la colza y el algodón genéticamente modificados.China tiene ya sembrados unos 3.000 kilómetros cuadrados de algodón transgénico. Según fuentes de Novartis Seeds, los propios científicos chinos han desarrollado esas semillas. Las multinacionales no tienen por el momento la posibilidad de patentar sus semillas en el gigante asiático, y la tecnología de modificación genética está al alcance de los centros de investigación de aquel país.
El pasado día 14, el Instituto Chino de Investigación sobre el Arroz anunció que había desarrollado con éxito una nueva variedad de arroz transgénico resistente a herbicidas. El instituto ya ha iniciado los ensayos en campo abierto con esa variedad, y empezará pronto su producción a gran escala.
Ningún acuerdo internacional supone una traba para la siembra de transgénicos. El Protocolo de Bioseguridad firmado el mes pasado en Montreal por 130 países impone restricciones al comercio de semillas modificadas, pero no a su cultivo.
Frente a las críticas ecologistas, los científicos son virtualmente unánimes en destacar las ventajas que ofrecen a los agricultores las semillas transgénicas. La mayoría de las variedades que se cultivan actualmente están diseñadas para aumentar el rendimiento, para resistir las plagas más comunes y para reducir el requerimiento de varios tipos de herbicidas.
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