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1,5 billones de pesetas que se endosan al pasado

La nueva contabilidad presupuestaria ha permitido al Gobierno coger la escoba y barrer hacia atrás 1,48 billones de pesetas de déficit público. Dicho de otra forma, el saldo de 1999 y de los ejercicios siguientes habría recogido ese déficit de no haberse producido el cambio de metodología, derivado del nuevo SEC-95 (Sistema Europeo de Cuentas).Según la información facilitada ayer, el déficit del año 1996 fue del 5% del PIB en lugar del 4,6%, lo que supone 308.452 millones de pesetas más; el de 1997 fue del 3,2% en lugar del 2,6%, 490.692 millones de pesetas más, y el de 1998, 695.752 millones de pesetas más. En total, cerca de 1,5 billones de pesetas.

Se da, además, la circunstancia de que, en apenas quince días, el resultado correspondiente al pasado año ha sido modificado. En el último informe de coyuntura del Ministerio de Economía figuraba un déficit del 2,3% del PIB y ayer se informó de que era del 2,6%. La diferencia, según explicó el secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, es que se ha cambiado la imputación de una parte de los dividendos del Banco de España, lo que supone 244.500 millones de pesetas más de gasto en 1998.

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Para todos los años anteriores el cambio radica, sobre todo, en el cómputo de los pagos por los intereses de la deuda. Los nuevos criterios contables establecen que éstos se incluyan como pago desde la fecha de la emisión de los títulos y en la parte proporcional en cada año hasta el vencimiento. Antes, la deuda a corto plazo se contabilizaba en la fecha de emisión, y la de largo plazo, al vencimiento.Otra diferencia, aunque de menor importe, consiste en que el déficit de algunas sociedades instrumentales para inversiones en infraestructuras de las comunidades autónomas se imputaba a las propias empresas. La nueva contabilidad lo recoge como déficit de las comunidades.

Para 1999 no existe diferencia porque ya se ha presentado de acuerdo a los criterios SEC-95. Está pendiente de decisión por parte del Parlamento Europeo la forma en que se contabilizan los ingresos por impuestos y cotizaciones sociales. Es decir, por caja o por devengo, la polémica protagonizada hace dos años por el ex candidato socialista José Borrell. Según Folgado, España ya ha eliminado prácticamente la diferencia entre caja (ingresos efectivamente realizados) y devengo (derechos de cobro) en el saldo presupuestario de 1999.

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