Análisis crítico de la profesión periodística desde la Universidad

El papel de los periodistas, su influencia en la sociedad y su relación con el poder político son algunos de los elementos que estudian Félix Ortega, profesor de Sociología de la Universidad Complutense, y María Luisa Humanes, de Teoría de la Comunicación de la Universidad de Salamanca, en el libro Algo más que periodistas (Ariel Sociología), que ayer fue presentado por el columnista de EL PAÍS Javier Pradera y el sociólogo Salvador Giner. Pradera describió la reciente aparición de nuevos tipos de periodistas: los que conjugan su actividad con la de empresarios; los que escriben libros patrocinados; y los que practican un falso periodismo de investigación. Dijo que noticias como la filtración del informe médico de Pinochet es más "periodismo de buzoneo" que de investigación. Criticó también que los periodistas ejerzan un poder "sin responsabilidades". "No admitimos", dijo, "que algunas de nuestras acciones hayan causado daños a terceros".

Pradera le dió la vuelta al título del libro para asegurar que "durante casi 40 años, la profesión ha sido algo menos que periodística". Eran los tiempos en que estaba subordinada a una censura previa, sometida a las consignas del Ministerio de Información y regida por directores nombrados por el Estado. Y aludió a periodistas y jueces, dos profesiones que han vivido subordinadas al poder político "y de repente se han convertido en poderes autonómos e irresponsables dentro del sistema".

'Sondeocracia'

El sociólogo Salvador Giner huyó de fórmulas manidas como la etiqueta de "cuarto poder" que a menudo ha sido colgada de la prensa y criticó el hecho de que los periodistas se han revestido de una pátina de realismo existencial a través de la sondeocracia.

Para los autores de Algo más que periodistas, algunos profesionales de los medios de comunicación están más dedicados a novelar la realidad que a contarla. Ortega defendió el papel de los periodistas a la hora de crear un "clima moral" pero lamentó que en ocasiones "los periodistas nos den gato por liebre". En su obra dicen que mientras los periodistas continúen moviéndose en un territorio en el que la autocrítica rara vez se ejerce, "el periodismo tendrá serios problemas para consolidarse como profesión en sentido estricto", pero "no menos los tendrá para evitar la proliferación en su seno de toda suerte de conductas camufladas bajo el manto protector de la profesión".