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José Sacristán protagoniza la versión castellana y musical de 'Amadeus' La obra de Peter Shaffer se estrena en el Nuevo Apolo de Madrid

Amadeus, la obra cumbre de Peter Shaffer, en la que, a través del histórico enfrentamiento entre Antonio Salieri y Wolfgang Amadeus Mozart, habla de la relación entre el arte y la vida, llega al teatro Nuevo Apolo de Madrid, donde se estrenará el próximo día 25, convertida en un musical. Con dirección y versión de Ángel Alonso, encabezan el amplio reparto José Sacristán y Roger Pera, como Salieri y Mozart, respectivamente.

Peter Shaffer (Liverpool, 1926), máximo exponente de la generación de los jóvenes airados que en los años cincuenta impusieron un teatro realista de significación crítica y social, es conocido mundialmente por Amadeus, obra en la que habla del enfrentamiento de dos grandes compositores, Mozart y Salieri, a través de un relato casi policiaco en el que se estudia minuciosamente un caso de asesinato (el de Mozart) y destrucción (el de Salieri).La versión que ahora llega al teatro Nuevo Apolo respeta el original de Shaffer, al tiempo que introduce elementos que no se habían destacado hasta que Milos Forman realizara la versión cinematográfica de 1984. El montaje cuenta con 130 personajes, con los correspondientes vestidos, pelucas y máscaras.

Pero lo más destacable de este nuevo montaje, dirigido y revisado por Ángel Alonso, es que lo ha convertido en todo un musical salpicado con la mejor música posible, la de Mozart, grabada para la ocasión por la Filarmónica de Praga. "Amadeus es una obra que incluye 15 fragmentos vocales de las mejores piezas de la historia de la música; en nuestro espectáculo, estos fragmentos están cantados por grandes voces", señala el director sobre este espectáculo, que cuenta con dirección musical de Miquel Ortega y con un reparto de 21 intérpretes, entre los que se encuentran tenores, barítonos, bajos, sopranos, contraltos..., encabezado por José Sacristán, Roger Pera y Carmen del Valle.

Si bien la obra se titula Amadeus, Shaffer dibuja más minuciosamente el personaje del compositor Antonio Salieri, interpretado en esta ocasión por Sacristán, quien repite en el género del musical, al que dedicó años en sus comienzos profesionales y con el que triunfó hace dos temporadas con El hombre de La Mancha.

El espectáculo es una producción de Focus estrenada en Barcelona en octubre de 1998, que ahora aborda la versión castellana, en la que se han realizado algunos cambios, fundamentalmente de actores, al margen de que su director ha trabajado como si se tratara de un nuevo montaje.

Sacristán encuentra en esta pieza elementos que emanan de la tragedia clásica: "Nos encontramos a un hombre enfrentado a su destino; él piensa que, gracias a su profunda fe, Dios terminará dándole una respuesta a sus muchas incertidumbres; pero la respuesta nunca le llegará, ya que Dios, en un gesto inexplicable, le ha dado su don a otro y se ha encarnado en un mequetrefe infantil y locuelo llamado Mozart". Ese jovenzuelo es interpretado por el actor Roger Pera, quien también fue Mozart en el montaje catalán, y al que ha teñido de colores shakespearianos. "Es un problema dar vida a un personaje así, porque en la escuela te enseñan a convertirte en rey, padre, general, hijo..., pero nunca te dicen de qué recursos hay que tirar para convertirse en un genio, en un hombre que vive en una esfera angelical con otros parámetros distintos al común de los mortales".

En la dualidad entre hombre tonto, pero genio, y hombre lúcido, aunque fracasado, radica la actualidad de la obra, siempre y cuando se tenga en cuenta que el Mozart atolondrado y estúpido es el que Salieri cree ver, por lo que también hay una reflexión implícita acerca de los procesos sobre el descrédito al que puede verse sometida una persona.

La obra de Shaffer recrea los últimos seis años de la vida de Mozart (1756-1791), centrándose especialmente en el enfrentamiento que éste tuvo con Salieri, compositor de la corte del emperador José II y presunto autor de la muerte de Mozart por envenenamiento, hecho nunca esclarecido. En cualquier caso, Shaffer no escribió una obra sobre la música, sino sobre las relaciones que se dan entre la genialidad, la condición humana, la vida, la vulgaridad o la estupidez.

"Nuestro espectáculo refuerza el componente gótico del texto de Shaffer; hemos abordado un montaje barroco donde Salieri es representante de una sociedad decadente, aristocrática, moralista y cortesana, un hombre que se enfrenta a un Mozart transgresor, símbolo de la modernidad y preludio de una revolución, la francesa, que, trastornando los esquemas monárquicos y teocráticos, propondría al hombre como el valor universal", afirma Ángel Alonso.

Nacida para triunfar

La obra más conocida de Peter Shaffer triunfó, poco después de darse a conocer, en numerosos teatros del mundo. Comenzaba la década de los ochenta, una época dulce para este autor cuya obra anterior, Equus, también había alcanzado gran repercusión. Tras ser estrenada, Amadeus llegó a coincidir en París, con dirección e interpretación de Roman Polanski; en Londres, donde se estrenó por primera vez en 1979 por el National Theatre, siendo calificada por unos de sacrilegio y por otros de obra maestra; en Nueva York, con la puesta en escena londinense de Peter Hall, y en Madrid, donde se estrenó en 1982 y fue dirigida por Santiago Paredes, con José Luis Pellicena y Juan Ribó en los papeles principales.

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