Un gran despliegue de actos y reconocimientos trata de atraer al público hacia el cine de Buñuel El martes sonarán los tambores en Calanda, mientras se inauguran exposiciones y ciclos

Ediciones, ciclos de cine, exposiciones, la recuperación virtual de su archivo, conferencias y documentales... El Año Luis Buñuel (que durará dos en realidad) arranca con un despliegue de actos y homenajes para tratar de acercar su obra y su figura al gran público, dentro y fuera de España. Ayer, varios responsables de las numerosas instituciones comprometidas presentaron la conmemoración. Destacan, sobre todo, el ciclo completo de la Filmoteca Nacional, y las exposiciones El ojo de la libertad y Buñuel: 100 años. Es peligroso asomarse al interior, del Instituto Cervantes.

Una pequeña concentración de directores de instituciones culturales cargados de papeles y logotipos dio ayer en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) el disparo de salida a los actos del centenario de Luis Buñuel (Calanda -Teruel-, 1900-México, 1983). Junto a José María Otero, director general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales, comparecieron el director de la Filmoteca Nacional, Chema Prado, y el de la Residencia de Estudiantes, José García Velasco. Minutos antes, los tres firmaron el acuerdo por el que las 9.000 piezas del Archivo Buñuel, adquirido en 1995 por el MEC, serán custodiadas por la Filmoteca y depositadas en parte en la Residencia, donde vivió Buñuel entre 1917 y 1924. También estuvieron en Cultura el director del Instituto Cervantes, Fernando R. Lafuente; varios miembros del Gobierno de Aragón (que tiene su propia Comisión Buñuel) y la presidenta de la Fundación del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Entre todos explicaron las principales convocatorias del centenario, cuya fecha exacta se cumple el martes que viene, 22 de febrero.

Programa didáctico

Calanda abre la fiesta ese día: va el Príncipe de Asturias y sonarán los tambores en la plaza Mayor. Por la noche, en el cine Palafox de Zaragoza, se abre la exposición Una jirafa, y se estrena el documental A propósito de Buñuel, de Javier Rioyo y José Luis López Linares. Aragón aprovecha para iniciar un programa didáctico en institutos y bibliotecas sobre su cineasta más universal, y el miércoles, El Temple estrena en Zaragoza Buñuel, Lorca, Dalí, de Alfonso Plou.

Mientras, la Filmoteca Nacional abre el martes en el cine Doré la filmografía completa: Arturo Ripstein presenta Nazarín, y luego siguen dos películas semanales hasta diciembre, con otros presentadores. También el 22, Nueva York proyecta Los olvidados, en el Anthology Film Theatre.

Un día antes, Madrid abre en dos sedes la exposición más ambiciosa: L. B., el ojo de la libertad, un repaso a la vida, la obra y los amigos del cineasta. La Residencia aloja el periodo de formación y relación con las vanguardias (1900-1937); la sede de Museos Colecciones del ICO, su exilio en Estados Unidos y México (1937-1983). La muestra, que irá al palacio de Sástago de Zaragoza a mediados de mayo, contiene obras de Miró, Dalí, Arroyo, Gaya o Manuel Ángeles Ortiz, además de cartas de Alberti, Cocteau, Paz, Fellini o Cortázar.

La otra gran exposición es la del Instituto Cervantes. Se abre ya en Internet (cvc.cervantes.es), el día 23 en Tolouse y luego viaja a París (Centro Pompidou e Instituto), Roma, Nueva York (probablemente el MoMA), Bremen y Burdeos. Se titula Buñuel: 100 años. Es peligroso asomarse al interior, y narra trayectoria y obsesiones a través de objetos, fotos, entrevistas e imágenes.

También el 23, la Residencia inicia un ciclo de conferencias: Ripstein, Agustín Sánchez-Vidal y Jean-Claude Carriére. Habrá también una mesa redonda, aún sin fecha, con Pepín Bello, Juan Luis Buñuel, Pedro Christian García Buñuel y el doctor José Luis Barros.

Amigo íntimo de Buñuel y miembro de la comisión del centenario, Barros dijo ayer que si el cineasta hubiera visto todo este alud de reconocimientos "se hubiera reído mucho, pero en el fondo se habría sentido contento y satisfecho. Él no era huidizo con la sociedad, aunque no solía asistir a los actos importantes".

Barros, que recuerda que "Buñuel fue exageradamente español, aunque España fue muy dura con él", confía en que el centenario sirva "para que el público lo conozca mejor".

Nadie en la rueda de prensa dio ayer la cifra de gasto que generará el centenario; según Europa Press, el coste total será de 1.000 millones de pesetas.