Antonio Canales estrena en Zaragoza su versión flamenca de 'La Cenicienta' 20 bailarines y 10 músicos llevan a escena un montaje de 90 minutos

El teatro Principal de Zaragoza acoge desde hoy y hasta el próximo fin de semana el estreno del nuevo montaje del bailaor Antonio Canales. La magia de La Cenicienta de Albinoni y Prokófiev se transforma en una versión flamenca, en la que participan como primeras figuras Juan de Juan y Cristina Gómez. Canales ha preparado los dos últimos meses el montaje en el teatro Buero Vallejo de Alcorcón, donde es compañía residente.

La coreografía y la dirección recaen sobre el propio Canales, que, con un elenco de 20 bailarines y 10 músicos flamencos, llevará el espectáculo por toda España. Tras Zaragoza, visitará Murcia, Jerez o Valladolid para recalar en el festival Madrid en Danza a principios de junio.El montaje se divide en tres actos y dura una hora y media. A sus 21 años, Juan de Juan encarna el papel de un príncipe flamenco, dueño de un cortijo de Sevilla, en el que se mezclan la clase con un toque salvaje. "Lo que más me ha costado ha sido meterme en el personaje y su manera de comportase. Ahora, tras varios meses de ensayo, estoy pletórico porque le estoy sacando todo su jugo. Además cada día voy sacando pequeños detalles, que son los que redondean mi actuación", explica Juan de Juan.

Tras el abandono de Sara Baras de la compañía de Canales, el bailaor apostó por una profesional recién salida del conservatorio. Cristina Gómez, que representa a la Cenicienta, tiene 17 años y su primer gran papel. Desde que hizo una primera representación de esta obra en Alcorcón, ha pulido su estilo y lo ha adaptado a los palos flamencos. "Hemos trabajado muy duro.Cuando salí del conservatorio, tenía un estilo muy clásico y ahora he aprendido los movimientos característicos que quiere Antonio", afirma la bailaora.

Antonio Canales, que hace de brujo, afirma que ha elegido La Cenicienta "por la magia que supone conseguir un sueño y transformarse en alguien que siempre has querido ser".

Desde la primera representación en el teatro Buero Vallejo, la obra ha cambiado muy poco en su esquema principal: "Entonces presentamos a columna vertebral del montaje. Ahora le hemos añadido los detalles como si fueran los músculos".

"El papel de mago me parece el más especial. Siento como si tuviera el mundo en mis manos y fuera capaz de hacer felices a todos los príncipes y cenicientas que existen", señaló el director del espectáculo.