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Elecciones 2000

El PP presenta al fin su programa, pero se reserva los anuncios estrella para Aznar en la campaña

Javier Casqueiro

El PP presentó ayer al fin su programa electoral y hasta sus dirigentes admitieron, indirectamente, que su contenido puede tacharse de ambiguo porque su estrategia pasa ahora "por que José María Aznar lleve el peso" de la campaña con anuncios concretos en próximos mítines. Así lo hará hoy, en Barcelona, respecto a las ayudas previstas para las pequeñas y medianas empresas y la semana que viene en Madrid en relación con la reforma fiscal. El programa escrito no precisa la nueva rebaja de impuestos, el modelo de financiación autonómica ni el contenido de la Ley de Humanidades.

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El primer dirigente del PP que confesó ayer públicamente que la imprecisión de su programa electoral se debe a una estrategia para crear más expectación en los actos que José María Aznar protagonizará durante la campaña fue el propio Mariano Rajoy, el director del equipo que ha diseñado su estilo de trabajo para los próximos días. Fuentes de la cúpula del PP admitieron además que esa maniobra "de ataque hacia el PSOE" les parece "inteligente" porque les permite "tener más días para detallar sus ofertas".Durante esta misma semana, Aznar ya ha practicado este ejercicio al explayarse, antes incluso de la presentación del programa, sobre sus propuestas relativas a la política de igualdad de la mujer o el empleo. Hoy, en Barcelona, también abordará una serie de ideas para incentivar a las pequeñas y medianas empresas y la semana que viene, en Madrid, antes de la pegada del cartel, hará lo mismo en otros dos actos.

El PP ha montado toda una serie de actos sectoriales para que Aznar pormenorice sus alternativas en asuntos como la financiación autonómica, las prestaciones sociales -especialmente, las mejoras de las pensiones-, la agenda sobre el denominado diálogo social -acuerdos con los sindicatos y la patronal-, la fiscalidad general y las Pymes.

Desde luego, el programa no adelanta nada más que criterios generales en esos ámbitos y muchos otros. Desde la dirección del PP se ofrece una interpretación muy singular a esa estrategia: "Cuando se está en el Gobierno se tiene más crédito en general y el de Aznar aún es mayor que el de otros para reservarse esa potestad".

Rajoy reiteró ayer, por otra parte, los objetivos de la campaña que se ha preparado a Aznar y también su programa electoral. El ministro de Educación y Cultura desarrolló que el PP se volcó primero en la realización de un balance de gestión -la campaña Hechos- y luego en lanzar mensajes optimistas sobre las posibilidades de futuro para España si esas políticas no se truncan -la de Vamos a más-.

Para adornar esos planteamientos, Rajoy introdujo consideraciones de actualidad con el fin de arremeter contra el PSOE y su candidato, Joaquín Almunia. Así, aceptó que el PP insistirá durante la campaña en promesas para continuar en la misma línea de gobierno que en los últimos cuatro años. Consideró que "sería muy grave para España cambiar la política económica, que se ha demostrado tan eficaz" para "el interés general". Y concluyó que, "dadas las coaliciones y los acuerdos de los últimos días", en alusión a la alianza entre el PSOE e IU, "sólo el PP puede hacer la política que necesita España", ya que los demás "son vueltas al pasado y marchas atrás".

El secretario general del PP, Javier Arenas, que clausuró la presentación de ayer, presumió del trabajo efectuado durante un año para completar el programa y aseguró que se han incorporado al mismo "más de 100.000 opiniones de españoles". Detalló ese esfuerzo para menospreciar la capacidad del PSOE e IU para elaborar un programa conjunto de mínimos en una semana que les permitiera sellar un pacto de investidura en favor de Almunia. Fue así como se mofó del "mérito" de esos "adversarios políticos" por poder explicar en los próximos días de campaña hasta seis programas distintos y, supuestamente, contradictorios. O cuando destacó como algo incongruente que el PSOE pueda definirse ideológicamente como "socialistas liberales".

Por contra, Arenas afirmó que en su programa el PP no incluye ninguna promesa que no vaya a poder cumplir. En ese sentido, señaló incluso que no ha especificado en ese documento ningún objetivo en cifras de creación de empleo para los próximos cuatro años porque no quiere comprometerse como hizo en su día el PSOE, cuando prometió 800.000 puestos de trabajo y acabó aumentando en esa cantidad la cuota de paro.

El programa del PP no determina, pues, una cifra de puestos laborales. Pero sí lo han hecho desde Aznar hasta el último de sus dirigentes en los actos públicos. Estos responsables populares dicen que en la próxima legislatura facilitarán la generación de 1.400.000 empleos. Sin embargo, el programa sólo apunta el objetivo de situarse en la media de paro europea en los próximos cuatro años y en la meta del pleno empleo en la próxima década.

La faceta más concreta es la de contenido social. En especial, la encaminada a lograr la equiparación de la mujer con el hombre y su mejor incorporación al mundo laboral con distintas ayudas a la natalidad.

Tanto Rajoy como Arenas formularon ayer una nueva oferta de diálogo al PSOE con una serie de grandes acuerdos de Estado y al margen del resultado electoral.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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