El tribunal británico adelanta a hoy su fallo sobre la libertad de Pinochet
El Tribunal Divisional (Divisional Court) informó ayer por la mañana a todas las partes del caso Pinochet que ha decidido anticipar -del jueves 17 a hoy- el anuncio del fallo sobre el recurso de revisión judicial que Bélgica y Amnistía Internacional presentaron contra la decisión preliminar del ministro del Interior, Jack Straw, de liberar al general Augusto Pinochet apoyándose en un informe médico secreto que lo define como incapacitado para someterse a juicio. La sentencia será leída a las dos de la tarde (15.00 hora española).
Los abogados de cada parte podrán estudiarla a partir de las 13.00 horas. El presidente del tribunal, Simon Brown, había previsto tener la sentencia para "mediados" de esta semana, al término del juicio de revisión judicial, el pasado día 9, al responder a la prisa del abogado Jonathan Sumption, representante del Ministerio del Interior británico. Después, en la tarde del viernes 11, el tribunal anunció a todas las partes que el fallo estaría listo para su lectura a las 10.00 del jueves 17. Pero, por sorpresa, ayer mismo las partes fueron informadas de que el fallo se adelantaba hasta hoy. En paralelo, entró en acción la oficina de prensa del lord Chancellor, Irvine of Lairg, que representa un papel parecido al de un ministro de Justicia. La oficina informó del adelanto del día. Hasta ahora, sólo había intervenido en el caso organizando la comparecencia del ex dictador ante el tribunal de Belmarsh, el 11 de diciembre de 1998, y en el juicio de extradición. Pero nunca antes en el Alto Tribunal de Justicia, del que forma parte la Divisional Court. Quizá el cambio de fechas llevase al tribunal a pedir ayuda a la oficina del lord Chancellor.
El veredicto será leído, pues, a las dos, en la misma sala, la número 3, en la que tuvo lugar la vista de la revisión judicial. Pero hay también una novedad en este caso, aunque no resulta, según fuentes jurídicas londinenses, excepcional: los barristers, o abogados encargados de exponer el caso, tendrán la sentencia a la una. De modo que Nigel Pleming, por Bélgica; Jonathan Sumption, por el Ministerio del Interior; Richard Drabble, por Amnistía Internacional y otras cinco organizaciones de derechos humanos, y Clive Nicholls, por Pinochet, podrán estudiar, junto con otros barristers ayudantes, el texto durante una hora. A las dos entrarán los tres jueces y Brown lo leerá.
El sistema de dar a los abogados prioridad para que puedan estudiar la sentencia se usa en muchos casos del Alto Tribunal de Justicia. Se supone que los abogados pueden formarse una idea de los fundamentos jurídicos y, si lo creen necesario, consultar con sus clientes sobre el curso de acción a adoptar. Las reglas son estrictas. Los clientes, o un representante de éstos, tienen que estar en la sala. No se pueden utilizar teléfonos móviles ni los barristers pueden salir de la sala. Así, tras el acto de lectura, los abogados pueden anunciar al tribunal lo que piensan, caso de que haya posibilidad de presentar recurso.
Si el tribunal deja presentar recurso ante los jueces lores (tribunal supremo), la identidad de los recurrentes dependerá del fallo. Si la sentencia apoya a Straw, está claro que los recurrentes teóricos serán Bélgica y AI; si el tribunal entiende que Straw se ha extralimitado y que debería entregar el informe médico en el que basa la liberación de Pinochet a los países que solicitaron la extradición (España, pese a no presentar recurso por razones políticas; Bélgica; Francia; y Suiza), quienes pueden recurrir son el Ministerio del Interior y la defensa de Pinochet.
¿La decisión de anticipar la fecha quiere decir algo? Algunos abogados piensan que sí, otros que no. "Siempre sueles creer que la decisión más difícil lleva más tiempo para elaborar. No cabe duda de que en este caso, lo más difícil es fallar contra Straw. Pero quién sabe. A lo mejor es que simplemente los tres jueces se han puesto más rapidamente de acuerdo. Lo que no sabemos es en qué están de acuerdo", dijo un abogado familiarizado con el caso a este periódico.
Brown, el presidente, quiso saber el lunes 7 si Straw resolvió en términos políticos. Sumption le explicó que no era así, que se trataba de un asunto de salud. "En el caso de que hubiera decidido por motivos políticos, nadie podría hacer nada por evitarlo", agregó Brown. Pero también consideró un día después, el 8, que había bases para la revisión judicial contra una sentencia denegatoria del juez Maurice Kay, el 31 de marzo. Hoy se sabrá qué piensa de verdad Brown.
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