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El estado de la cuestión en los tribunales británicos

Los tres jueces del Tribunal Divisional (Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales) dieron permiso el martes a Bélgica y Amnistía Internacional para recurrir la decisión preliminar del ministro británico del Interior, Jack Straw, de liberar a Augusto Pinochet basándose en un informe médico que lo declara incapacitado para someterse a juicio. Al dar permiso, el tribunal consideró que existe caso; esto es, que hay argumentos de fondo. El tribunal terminó de oír a las partes el miércoles y dará a conocer su fallo la semana próxima. He aquí las claves: - ¿Se está debatiendo el futuro de la extradición de Pinochet?

Lo que está en cuestión no es la capacidad o autoridad de Straw para rechazar la entrega de Pinochet. La sección 12.1 y 12.2 de la Ley de Extradición británica otorga al ministro el poder para decidir (al final del procedimiento judicial) si entrega a Pinochet o rechaza la extradición por considerarla "un error, injusto o cruel". Lo que se ataca judicialmente es que haya decidido, provisionalmente, rechazar la entrega basándose en un informe médico que no está a disposición de los países que solicitan la extradición. Esto es lo que se califica como un abuso de poder o, en términos judiciales, "una decisión preliminar injusta, parcial e irracional".

- ¿España podía recurrir?

Era el país que habiéndosele concedido la extradición, estaba en mejores condiciones para hacerlo; era una parte directa.

- ¿Por qué no recurrió?

El juez Garzón dio instrucciones para recurrir. Pero éstas no llegaron nunca. Fueron bloqueadas por el Gobierno de José María Aznar.

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- ¿Y el Gobierno español no recurrió porque era inútil, porque los actos presuntamente políticos del ministro Straw no se pueden recurrir, o porque asumió compromisos que le llevaron a no hacerlo?

La ley británica prevé el recurso. Un informe solicitado al abogado Alun Jones, en nombre del Gobierno español, el 20 de enero, aconsejó recurrir por existir bases sólidas. Aznar se comprometió con el presidente chileno, Eduardo Frei, a no recurrir. Por razones de prestigio personal, Frei desea cumplir su promesa de que Pinochet vuelva a Santiago antes de abandonar La Moneda en marzo. El abogado Jones nunca recibió, por tanto, la instrucción del Reino de España para recurrir.

- ¿El recurso puede todavía lograr la extradición de Pinochet a España?

El recurso no cuestiona la facultad de Straw para rechazar la extradición. Lo que pide es que mientras que Straw favorece con esta decisión a Pinochet, por presuntas razones de salud, sea al mismo tiempo imparcial y dé a conocer el informe a los países que solicitan la extradición para que puedan opinar y eventualmente participar con médicos propios en un nuevo examen. Ésta es la única puerta para replantear la extradición como tal, porque es la forma de saber si Pinochet está realmente incapacitado para someterse a juicio.

- ¿Qué pueden decidir los jueces del alto tribunal?

Tres cosas. Pueden decir que Straw tiene capacidad de liberar a Pinochet sin entregar el informe; pueden ordenar la entrega del informe sólo para conocimiento de los cuatro países; y podrían ordenar la entrega y que se dé tiempo a los países para alegar. El asunto es serio: si ordenan entregar el informe será porque estiman que Straw se ha extralimitado. Por tanto, también pueden estimar que existen argumentos en pro y en contra para apelar ante los jueces lores (Tribunal Supremo).

- ¿Straw esperará el final de la decisión judicial antes de liberar a Pinochet?

El ministro va renovando los plazos según las citas judiciales. Ha dicho que al conocer el nuevo fallo se tomará algunos días para estudiarlo y resolverá. Si el asunto pasa a la Cámara de los Lores, deberá decidir nuevamente si espera o toma su resolución.

- ¿Cuál es el asunto más espinoso al que se enfrentan los jueces del alto tribunal?

El caso Pinochet es único. No fue él quien pidió que se le examinara ni invocó incapacidad física o mental, sino el Gobierno de Chile. Straw le ofreció el examen y le garantizó, por iniciativa propia, que el resultado sería confidencial. En el Reino Unido, por tanto, sería crear jurisprudencia decir que Straw cometió abuso de poder y que debe entregar el informe. Es un reto para todo tribunal.

- ¿Existe algún punto sensible contra ese reto?

Sí. Los jueces pueden estar tentados de ser justos; esto es, ir más allá de impartir justicia; pueden, por tanto, querer crear la ley. Pero quizá el hecho de empezar con el caso de una persona que está bajo arresto, que tiene 84 años y de quien se dice que ya no coordina su mente, no sea la mejor materia prima. Contra este punto está el hecho de que Pinochet está acusado de delitos graves de tortura y se le considera autor de crímenes contra la humanidad.

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