El Inserso y la UPV analizan la atención a personas dependientes en Guipúzcoa
El Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inserso) y la Facultad de Psicología de la UPV están haciendo un seguimiento del nuevo modelo de atención a personas dependientes que la Diputación de Guipúzcoa ha puesto en marcha en las residencias Txara de Intxaurrondo, en San Sebastián. Chequean el funcionamiento de las unidades de convivencia y los alojamientos polivalentes, por si estos dos sistemas asistenciales retrasan el empeoramiento de la enfermedad y se pueden exportar a otros lugares del País Vasco y del resto de España.Las unidades de convivencia y los alojamientos polivalentes son "una alternativa al modelo de residencia tradicional", explica el diputado foral de Servicios Sociales, Máximo Goikoetxea. Se pusieron en marcha de forma experimental en julio y agosto del año pasado, respectivamente, y están orientados a "ofrecer una atención personalizada a ancianos con demencia y a personas con minusvalías físicas y psíquicas". Estos programas persiguen "fomentar las capacidades de las personas, aumentar su autonomía y facilitar su inserción social"; se pretende, sobre todo, huir de la pasividad que provoca la estancia en un asilo convencional.
Las unidades de convivencia ofertan 18 plazas, donde residen seis personas mayores de 60 años de dependencia leve y con un avanzado deterioro cognitivo -Alzheimer-, seis ancianos con una minusvalía física superior al 75% y otras seis con grave retraso mental, superior al 70%. Comparten las instalaciones del centro residencial Txara 1, de 150 plazas en total, aunque estas personas gozan de un trato diferente, una atención personalizada.
"Las unidades son como un pequeño domicilio donde ejercitan por sí solos las actividades de la vida diaria, al tiempo que se someten a un control exhaustivo para vigilar la evolución de su enfermedad", explica José Ángel Pagola, director de Txara 1.
Asistencia a la carta
Los alojamientos polivalentes están integrados en el edificio Txara 2, de 171 habitaciones en total. Son 51 apartamentos polivalentes donde la atención es "a la carta", tanto a mayores con una dependencia leve como a minusválidos con discapacidades físicas o psíquicas reducidas. Todos han ingresado voluntariamente, la mayoría escapando de la soledad, otros por sufrir problemas de convivencia en su familia y algunos por residir en pisos con barreras arquitectónicas insalvables.
Esta galería de alojamientos polivalentes reúne a un colectivo muy heterogéneo cuyo grado de autonomía les permite actuar libremente, como si ocuparan una habitación de hotel, aunque deben cumplir unas normas básicas de convivencia que "no son cuartelarias", afirma Joseba Muñoz, director de Txara 2. "Nosotros les ofrecemos los servicios básicos de alojamiento, manutención y supervisión médica, por los que abonan una cuota mensual ajustada a sus posibilidades económicas", añade, "aunque se benefician de todos los servicios residenciales". Pagan un promedio de 40.000 pesetas mensuales.
La Diputación de Guipúzcoa gestiona 3.600 plazas residenciales para personas dependientes en 38 centros públicos y concertados, y prevé abrir 1.100 más en los próximos cuatro años.
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