José Antonio Quirós realiza un filme entre la tragedia y el humor sobre la minería asturiana 'Pídele cuentas al rey' cuenta con las actuaciones de Antonio Resines y Adriana Ozores
José Antonio Quirós dice que su primera película, Pídele cuentas al rey, no es una denuncia, sino una aventura en la que el humor, el amor y la desesperación caminan juntos. Y es que este filme, producido por Pedro Costa y Enrique Cerezo, que se estrena el próximo día 11, es un viaje iniciático, eso sí, a pie, en el que se mezcla la documentación pura y dura, la mezquindad humana, el dolor de todo el sector de la minería asturiana, la desesperanza e incluso la fábula.
Antonio Resines, Adriana Ozores y un pequeño puñado de actores y extras a los que se ha recurrido en el entorno de la minería cuentan, utilizando todos los comportamientos posibles, una historia que pone de relieve los problemas del mundo de la mina y las contradicciones inherentes a la condición humana, representada en el filme, desde el rey para abajo, por todo tipo de personajes.El dolor de este sector poblacional ya había sido abordado por José Antonio Quirós en varios de sus cortos anteriores, aunque uno de ellos, Solas en la tierra, era casi un largo de 80 minutos, de carácter documental, dedicado a las viudas de los mineros. Aquí tampoco se ha sustraído a su conocido afán documentalista y el filme está salpicado de hechos reales, al margen de que prácticamente todo él está rodado en espacios naturales, como la jaula por la que se accede a una de las minas asturianas, las barriadas en las que aún quedan familias de mineros que emigraron a Asturias, el puerto de Pajares o diferentes tramos de la nacional VI .
La caricatura del rey
El único sitio en el que no se pudo rodar fue en el palacio de la Zarzuela, ya que nunca se autorizan rodajes en estas dependencias, pero no por ello deja de salir: "Los contactos con la Casa Real han sido varios, en cuanto a nuestra intención de rodar allí no hubo nada que hacer porque tienen por norma no permitirlo, aún no sabemos si habrá visto la película, aunque está depositada en el ICAA y siempre puede solicitarla allí, pero lo que sí nos han hecho llegar es que la caricatura que el ilustrador Killian ha realizado sobre él para el cartel de la película le ha gustado mucho", señala el productor, quien ha sido informado de que a don Juan Carlos le gustan mucho las caricaturas, "posee una de las mejores colecciones del mundo, y tiene muchas sobre su persona; en cuanto a los aguafiestas que decían que la caricatura era irrespetuosa, sólo puedo decir que son más papistas que el papa", dice Costa, quien señala que la relación de la película con el Monarca es un elemento más que se ha tomado de la realidad, como tantos otros que incluso estos días están cobrando un especial protagonismo.
José Antonio Quirós quería para su primera película algo con lo que no se atreven ni los más asentados directores. Trabajar con actores desconocidos, y si el personaje coincidía con lo que hacía en la vida el improvisado actor, mejor. El propio director reconoce que ha sido una suerte no llevar adelante su idea: "Es cierto que fue lo primero que planteé cuando encontré productor, pero pronto me di cuenta de que para llevar a cabo un filme así y llenarlo precisamente de profesionalidad tenía que contar con profesionales de este calibre", dice delante de Antonio Resines, Adriana Ozores, Jesús Bonilla y seguramente pensando también en otros actores que participan en su película, como Emma Penella, Nicolás Fernández Luna o el siempre impecable Manuel Alexandre, que aparece como un entrañable minero jubilado con los pulmones machacados y la ideología intacta.
No obstante, Quirós no renunció del todo a su primigenio deseo y las escenas de enfrentamientos entre mineros y fuerzas del orden cuentan con auténticos mineros y policías. Algunos de ellos, tan auténticos que fueron líderes en las revueltas de la minería asturiana de los años 1995 y 1998.
Babelia
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