Agricultura endurece los controles sobre las explotaciones de porcino

El Ministerio de Agricultura y las organizaciones agrarias han logrado un acuerdo sobre la nueva normativa para ordenar el sector del porcino en España. Con las nuevas disposiciones, la Administración pretende marcar unas directrices claras sobre instalación de granjas, dimensiones de las mismas y número de animales que debe haber en cada explotación. Además, ha dispuesto nuevas normas en materia de sanidad, transporte, importaciones y medio ambiente para un sector que supone el 12% de la producción total agraria.

España es hoy el segundo país de la Unión Europea por producción de porcino, con 2,6 millones de toneladas y un censo de 21 millones de animales, sólo precedido por Alemania. Además, el sector porcino ha sido uno de los que han tenido un mayor desarrollo desde el ingreso de España en la UE. El objetivo de la Administración con la aplicación de la nueva normativa, acordada con las organizaciones agrarias, es apuntalar el crecimiento del sector en el futuro y tratar de impedir que, como ha sucedido en otros países comunitarios, se produzcan problemas a consecuencia de un desarrollo excesivo. Actualmente, países con ganadería de porcino intensiva, como es el caso de Holanda, se han visto obligados a reducir sus censos de animales para frenar, entre otros, los graves problemas de contaminación de los suelos por vertidos.

Entre otros puntos, la nueva normativa establece distancias mínimas entre granjas, así como el número máximo de animales por cada una de ellas. Según la nueva legislación, las explotaciones nuevas no podrán pasar de un máximo de 900 cerdas en ciclo cerrado, 2.880 cerdas para la producción de lechones de hasta 20 kilos o de 7.200 cerdos para cebo. Excepto para las explotaciones más pequeñas donde no se requieren distancias mínimas, las nuevas grandes explotaciones no podrán instalarse a menos de un kilómetro.

Además, existe la posibilidad de desarrollar los llamados "polígonos ganaderos" en el medio rural donde hubiera los necesarios controles y servicios que dieran seguridad a las explotaciones que se ubicarán en esas zonas. Los polígonos ganaderos deberán estar como mínimo a un kilómetro de distancia de las grandes explotaciones. Todas las granjas deberán estar a dos kilómetros de un centro de selección.

Para el director general de Ganadería, Quintiliano Pérez Bonilla, es preciso proceder a este tipo de ordenación para evitar problemas que se han producido en otros países y como medida de garantía para el funcionamiento de cada explotación. Para Antonio del Barrio, responsable de la sectorial Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), que aglutina a una gran parte de la producción, "se trata de una buena disposición para lograr un sector ordenado donde se compatibilicen los intereses de los ganaderos y el medio ambiente".

La nueva normativa se da un plazo de 18 meses para la inscripción de las granjas que no lo hayan hecho aún o que hayan aumentado sus censos. Estas exigencias no afectan a las granjas actuales siempre que no hagan modificación de instalaciones o aumento de su capacidad. La nueva regulación, establecida mediante real decreto, también contempla medidas para evitar la contaminación y regula los procesos sobre mantenimiento y vertido de purines en función de las superficies de la explotación. También se contempla la posibilidad de la instalación de plantas para el tratamiento de los residuos líquidos.

Peso en la producción

Actualmente, el sector del porcino en España, que supone el 12% de la producción final agraria, limita al oeste con la peste porcina africana en Portugal, al norte con la peste porcina clásica en algunos países comunitarios y con los problemas que afloran en el norte de África. Esta situación, en opinión de la Administración, requiere el endurecimiento de los controles que permitan evitar que esas enfermedades entren en España, por lo que se ha propuesto estrechar la vigilacia sobre las importaciones, un seguimiento de los animales hasta su punto de destino y medidas de seguridad en cada una de las explotaciones así como en los vehículos de transporte.