Bergsson utiliza la bisexualidad como eje de su novela 'Amor duro'
Gudbergur Bergsson (Islandia, 1932) trabajaba en una fábrica de alfombras cuando un compañero le contó que se había encontrado el cadáver de un amigo en la bañera. El asunto no hubiera tenido mayor importancia si no fuera porque el suicida le había enviado previamente una carta para que acudiera a su domicilio a una hora concreta. Aquella experiencia quedó en la cabeza de Bergsson, que entonces era un escritor inédito, y ahora, 30 años después, ha desarrollado en su nueva novela, Amor duro (Tusquets).Con ese inicio, la novela se ha convertido en una historia de amor desesperado entre dos hombres casados. "Nadie escapa a la bisexualidad, ya sea de forma abierta o escondida. Es lo más extendido entre los humanos y animales", dijo el escritor en su reciente visita a Madrid. La opinión de este autor, conocido en España por su novela El cisne, es que la sexualidad es una especie de religión moderna: "Ha habido una escisión entre el cuerpo y el alma; antes lo espiritual era lo primordial, y ahora el alma es el cuerpo. Las personas sólo cuidan su cuerpo, que se ha convertido en una cosa más".
La idea de Bergsson, que ha escrito Amor duro como un diario,era desvelar cómo funcionan las relaciones entre bisexuales ocultos. "Los protagonistas no han salido del armario, y espero que en la vida real los bisexuales se comporten de la misma forma. Una de las cosas que más me aburren es presenciar las manifestaciones de homosexuales; siempre dicen lo mismo". La clave de una relación como la de Amor duro es el gusto por lo peligroso. El placer consiste en eso, según Bergsson.
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