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La Corte europea obliga a Alemania a admitir a las mujeres en servicios armados del Ejército

Los partidos aceptan cambiar el artículo de la Constitución que impone la discriminación

El Tribunal de Justicia de Luxemburgo, la más alta instancia judicial de la Unión Europea, falló ayer contra la prohibición establecida por la Constitución alemana de que las mujeres presten servicios de armas en el Ejército. Al conocer la sentencia, que responde a una demanda presentada por Tanja Kreil, de 23 años, a la que se denegó la entrada en las Fuerzas Armadas, el Gobierno, con el apoyo de los principales partidos, se apresuró a anunciar que emprenderá la reforma constitucional necesaria para equiparar la situación de las mujeres y los hombres en el Ejército.

La sentencia supone un triunfo para la especialista en electrónica Tanja Kreil, quien en 1996 demandó por discriminación laboral al Ejército alemán. Kreil había solicitado un puesto para el servicio de mantenimiento de armas electrónicas. La petición fue rechazada con el argumento de que no se permitía el uso de armas a las mujeres. Kreil apeló. Ayer, en Luxemburgo, al conocer la decisión del tribunal europeo, reiteró que sigue teniendo interés en trabajar como especialista en electrónica para el Ejército.La sentencia de la Corte de Luxemburgo se basa en una directiva europea de 1976 que establece la igualdad entre hombres y mujeres. Esta normativa sólo admite como excepciones aquellos trabajos en los que el sexo constituya un factor determinante de la actividad. A esta salvedad se acogió Alemania para intentar justificar ante el tribunal la negativa a dar armas a las mujeres, una prohibición que viene recogida en el artículo 12 de la Constitución alemana, que especifica que en ningún caso podrán prestar servicios armados.

La Corte europea consideró que esta medida era discriminatoria y que atentaba contra el principio comunitario de igualdad de trato entre el hombre y la mujer. Tampoco aceptaron los magistrados la excepción normativa a la que se acogió Alemania (que el sexo fuese una condición determinante a la hora de portar armas).

Aun así, la sentencia mantiene abierta la posibilidad de limitar el acceso de la mujer a ciertos empleos militares. De hecho, esta misma Corte falló en octubre pasado en contra de que las mujeres entrasen en las unidades de élite de la Infantería de Marina británica, donde todos los integrantes han de estar permanentemente en disposición de combatir cuerpo a cuerpo.

Entre las primeras reacciones a la sentencia figura la del ministro de Defensa alemán, el socialdemócrata Rudolf Scharping, quien anunció que para finales de este año se establecerán todas las condiciones previas para que las mujeres puedan prestar servicio con armas en el Ejército. Scharping añadió que, de acuerdo con el fallo, se excluirán aquellas unidades de combate que requieren condiciones físicas extremas, como la Infantería de Marina.

La mujer se incorporó por primera vez a las Fuerzas Armadas alemanas en 1975, y lo hizo en puestos que no implicaban el uso de armas (médicos, dentistas, veterinarios y farmacéuticos). Ahora prestan servicio en el Ejército 4.416 mujeres (4.360, en el servicio sanitario, y 56, en las orquestas militares).En una entrevista en la emisora InfoRadio Berlin, la responsable de la Oficina de Defensa del Soldado, Claire Marienfeld, afirmó que la sentencia obligará ahora a abrir a las mujeres el paso a todos los grados militares. Asimismo, junto a los cambios legislativos, que alcanzarán a la Constitución, la incorporación de la mujer al Ejército obligará posiblemente a revisar la política de reclutamiento. En esta línea, no faltaron ayer las voces, como la de la portavoz de Los Verdes en materia de política de defensa, Angelika Beer, que señalaron que sería necesario aprovechar la reforma legislativa para que Alemania renunciara al servicio militar obligatorio. Desde el otro lado de la barrera, el general del Ejército alemán Gerd Schmueckle, integrado en la OTAN, se sumó a esta corriente y dijo a la agencia de noticias DPA que Alemania se dirigía hacia un Ejército profesional. "La sentencia demuestra que el servicio militar como tal se vuelve cada vez más inestable", indicó.

Consenso político

Frente a la unanimidad mostrada por la mayoría de los partidos alemanes (SPD, CDU, FDP, Los Verdes) en su disposición a reformar la Constitución para dar cabida a la decisión del Tribunal de Luxemburgo, la Unión Social Cristiana (CSU) hizo pública su discrepancia y destacó la asimetría existente entre la norma en la que se basa la sentencia del Tribunal Europeo (una directiva) y la que se ha de cambiar, la ley fundamental alemana, su Constitución. Para reformarla es necesario que dos tercios del Parlamento y de la Cámara de las regiones voten a favor.

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