Los anticastristas paran las protestas ante la cita de Elián con el Congreso

Los exiliados cubanos que hace una semana iniciaron una guerra santa en las calles de Miami hasta que sus dogmas anticastristas no prevalezcan en la decisión por la custodia del niño Elián González han declarado un alto el fuego, porque creen que una citación para que Elián comparezca ante el Congreso de Estados Unidos detiene por el momento la devolución a su padre en Cuba, cuyo plazo acaba oficialmente el viernes.

La táctica de alargamiento, lograda tras una intensa campaña de maniobras políticas entre Miami y Washington, no garantiza, sin embargo, la permanencia de Elián en Estados Unidos por su dudosa legalidad, que se determinará en los próximos días. Los grupos de exiliados radicales lo saben, y por ello han anunciado que se mantienen en estado de alerta para reactivar los actos de desobediencia civil mientras dura el compás de espera. El sábado reiteraron que se desconvocaba la paralización del aeropuerto internacional de Miami, prevista para hoy, así como otras manifestaciones. "Hemos parado temporalmente, pero la consigna es que si el Gobierno toma una decisión arbitraria ocuparemos el aeropuerto", dijo a los medios de comunicación Ramón Saúl Sánchez, uno de los organizadores de las protestas que la semana pasada provocaron el caos en puntos urbanos neurálgicos de Miami. Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, que periódicamente lanza una flotilla hacia Cuba, fue uno de los 135 detenidos el primer día de las manifestaciones que luego salió en libertad bajo fianza.

Mientras continúa la batalla internacional en el frente político y jurídico, Elián se preparaba ayer para participar en la cabalgata de Reyes en Miami (pospuesta al domingo siguiente a la Epifanía), cuyo mariscal era otro conocido balsero cubano, Orlando El Duque Hernández, lanzador estrella del equipo de béisbol de los Yankees. La tarde-noche anterior, Elián recibió la visita de la organización de ex presos políticos cubanos, que llegaron en una caravana de motocicletas a Pequeña Habana, el barrio donde vive con sus tíos abuelos. También fue a verlo el senador republicano Bob Smith, que aseguró que el niño le había dicho que "no quería volver a Cuba".

Otra de las múltiples ofensivas para apoyar la petición de custodia de la familia en Miami estuvo encabezada por el alcalde de esa ciudad y el del condado al que pertenece. Ambos se entrevistaron en Washington con la secretaria de Justicia, Janet Reno, en cuyas manos está la decisión final. La reunión fue facilitada por el vicepresidente, Al Gore. Aunque no ha dejado clara su opinión sobre el caso, Gore está intentando distanciarse de Bill Clinton por temor a que los cubanos le pasen la factura en las elecciones presidenciales.

Elián no sólo se ha convertido en tema de campaña electoral entre los candidatos a la Casa Blanca, sino entre la clase política en general. Prueba de ello fueron las declaraciones ayer del ex presidente republicano Gerald Ford apoyando la decisión de Clinton de "no revocar" la orden del Servicio de Inmigración de devolverlo a su padre en Cuba.