Todas las ciudades de más de 5.000 habitantes harán recogida selectiva de basuras en un año

Las poblaciones que tengan más de 5.000 habitantes tienen de plazo un año para generalizar la recogida selectiva de basuras, y las de más de 1.000, hasta el año 2005. El Consejo de Ministros aprobó ayer el Plan Nacional de Residuos, que se desarrollará en el periodo 2000-2006. El 85% de los 552.000 millones que costará aplicarlo será financiado con fondos de cohesión europeos. En las próximas semanas, el Gobierno negociará ayudas fiscales para las empresas de embalaje que reduzcan sus residuos.

El Gobierno brindó ayer a la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, la oportunidad de aparecer ante las cámaras de las televisiones unas semanas antes de que se anuncien las próximas elecciones legislativas para presentar un plan de residuos que en realidad se cerró el pasado mes de noviembre con el consenso de las comunidades autónomas.El plan fija objetivos ambiciosos, como reducir para enero del año 2001 un 6% las 17,1 millones de toneladas de basura doméstica que se generaron en España en 1996. Los residuos de envases disminuirán un 10% para junio de ese mismo año.

Esas metas ya las consigueron en 1998 países como Dinamarca. Aunque son elevadas, España está en condiciones de alcanzarlas, aseguró la ministra de Medio Ambiente, que aprovechó la ocasión para culpar al PSOE de las denuncias de la UE ante los tribunales europeos por el retraso en la trasposición de directivas a la legislación interna sobre residuos.

La responsable sectorial del PSOE, Carmen Cerdeira, dijo que la aprobación del plan por el Ejecutivo al final de la legislatura es "una tomadura de pelo hacia la sociedad, las comunidades autónomas que venían reclamándolo desde hace tiempo y al Parlamento" y trata de "lavar la cara" a la gestión del Ministerio de Medio Ambiente y a su ministra Isabel Tocino, que ha llegado al final de los cuatro años del Gobierno del PP "con los deberes sin hacer".

El primer paso para cumplir los objetivos es la recogida selectiva de basuras en los propios hogares. Para hacer posible que dentro de un año todos los municipios de más de 5.000 habitantes hagan recogida selectiva de basuras, se construirán estaciones de transferencia y se instalarán contenedores para papel y vidrio por cada 500 habitantes, mientras en paralelo se procederá al cierre y sellado de los 3.700 vertederos incontrolados que se esparcen por los entornos urbanos.

Otras de las medidas acordadas con las comunidades autónomas hacen referencias a la utilización de papel reciclado. Toda la propaganda que se distribuya en folletos por buzoneo deberá utilizar papel reciclado antes de que expire el año actual y, para finales del próximo, la mitad de la materia orgánica que se deposita en las bolsas de basura se destinará al compostaje. Nada que pueda ser reutilizable debe ir al vertedero. Ahora se arroja el 74,4% de las basuras, cuando la media de los países de la OCDE está en el 60%.

Cada sector de envases tiene asignado un objetivo de reutilización al finalizar el plan; los de cervezas pasarán del 65% actual al 70%; los de bebidas refrescantes, del 18% al 35%; los de aguas envasada, del 11,6 al 25%, y los de vino, del 3% al 15%. Y cada tipo de residuos cumplirá una meta de reutilización o reclicado, desde la madera al plástico, el acero, el aluminio o los envases de cartón.

Aunque ni los ecologistas ni CCOO aprueban la incineración, se plantea este procedimiento (con aprovechamiento energético) para deshacerse de las basuras, al que se dedicarán 96.000 millones de pesetas del plan.

La Comunidad de Madrid, gobernada por el PP, ya ha estrenado el año con una tasa de 1.710 pesetas por cada tonelada de residuos que genere cada uno de sus 21 municipios con más de 20.000 habitantes.