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Berlín reabre el Ensemble para convertirse en una de las capitales del teatro europeo

El mítico local de Bertolt Brecht recuerda al dramaturgo y estrena a Thomas Bernhard

Pilar Bonet

¿Será el nuevo Berlín la capital del teatro en lengua alemana o seguirá existiendo el mundo escénico descentralizado -con múltiples y excelentes escenarios, pero sin una ciudad líder- que caracteriza el ámbito cultural alemán? Ésta es la cuestión que comenzará a despejarse hoy con la reapertura del Berliner Ensemble (BE), el mítico teatro de Bertolt Brecht (1898-1956), bajo la dirección de Claus Peymann, que abandona, después de 13 años, el Burgtheater de Viena para hacer un teatro diferente al de los "jóvenes cínicos" y los "jóvenes desesperados" de Berlín.

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Los expertos teatrales están pendientes de varios acontecimientos. A la reapertura del BE -con los estrenos este fin de semana de El expediente de Brecht, de Georgi Tabori, y El ignorante y el loco, de Thomas Bernhard-, que fue cerrado para su restauración en mayo, seguirá este mismo mes la nueva programación de la Schaubühne, que combinará actores y bailarines en nuevas fórmulas experimentales, y en febrero los estrenos del grupo de cámara del Deutsche Theater.Desde la caída del muro de Berlín se intentó varias veces recuperar la vitalidad de la compañía que Brecht y Helene Weigel moldearon en Berlín a su vuelta del exilio en 1949. La tarea resultó demasiado compleja para la responsabilidad colectiva de un directorio consumido por las tensiones internas y no pudo ser realizada por Heiner Müller, fallecido en 1995. La década que ha transcurrido ha sido "una larga y dolorosa despedida de una gran época teatral que había dejado de existir hacía mucho tiempo", dice en una entrevista con este diario Hermann Beil, el director artístico del nuevo BE. "En la RDA, el teatro de Brecht había muerto, se había momificado y secado internamente".

Beil, de 58 años, ha llegado a Berlín de la mano de Peymann, con el que trabaja desde hace 25 años. La sensación de dinamismo no viene sólo de las obras del histórico edificio situado en Schiffbauerdamm; viene también de Peymann, de Beil, del dramaturgo Georgi Tabori. Todos ellos se han instalado en la parte de la ciudad que fue Berlín Este. A sus 85 años, Tabori ha levantado su casa de Viena y ha vuelto a la ciudad que conoció a principios de los treinta, antes de ser un agente secreto británico, y de conocer a Brecht, ya en el exilio de California. Tabori, que ayudó a Brecht a limar las traducciones de sus obras al inglés, es el autor de la primera puesta en escena, Die Brecht-akte (El expediente de Brecht), basado en los documentos que se conservan en el FBI sobre la experiencia del escritor con el Comité de Actividades Antinorteamericanas. Tabori ve la historia desde la perspectiva de dos agentes homosexuales del FBI que vigilan a Brecht.

En la nueva época hay un lugar para Brecht, pero no en exclusiva. Peymann y Beil han querido subrayar el nombre antiguo del edificio (Theater am Schiffbauerdamm , traducible como el teatro del dique del astillero), y, con ello, la existencia autónoma del escenario. "Esta casa no ha comenzado con Brecht, y su nombre de los años veinte es muy expresivo porque indica que está en un canal por el que pasan los barcos. Si se mira desde el escenario hacia el otro lado, se ve el recodo del canal y uno puede creer que aparecerá un buque con rumbo desconocido", comenta.

"Brecht ha escrito obras que cambian su rostro, que se vuelven actuales de repente", señala Beil, que considera importante mantener, "a modo de impulso y consejo, la claridad, la vigilancia y el humor" del dramaturgo. "Ni Peymann ni yo nos contamos entre los que han arrugado la nariz ante Brecht", afirma Beil. El teatro político que Peymann quiere hacer trata de plantear preguntas al público, incluidas preguntas incómodas, señala Beil. En la nueva compañía apenas queda nadie que conociera personalmente a Brecht o a Weigel. Una parte de los actores viene del Burgtheater de Viena, como Maria Happel, de 36 años, una de las estrellas del nuevo grupo, pero no se puede hablar de un núcleo duro procedente del gran teatro de Viena. El colectivo está actualmente en proceso de formación y es algo todavía abierto, asegura Beil.

El repertorio del nuevo BE incluye piezas de Thomas Bernhard (El ignorante y el loco o Antes de la jubilación), de Peter Handke (Insultos al público), de Brecht (Arturo Ui) y de Shakespeare (Hamlet y RicardoII). La selección no responde a ninguna directriz, sólo a la curiosidad, explica Beil.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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