_
_
_
_
_
LA MAREA NEGRA DEL "ERIKA"

100.000 aves muertas y 420 kilómetros contaminados

Más de 100.000 gaviotas, frailecillos, pájaros bobos o somorgujos moñudos, entre otras especies de aves, han muerto a causa de la marea negra provocada por el hundimiento del Erika, el pasado 12 de diciembre. Aunque la cantidad de fuel vertida equivale apenas al 5% de la que escapó del Amocco-Cádiz en 1978, el número de pájaros víctimas de la polución multiplica ya por cuatro el de entonces.Eso sólo se explica si se tienen en cuenta el periodo del año y las condiciones del naufragio. Por una parte, la costa francesa acoge, a finales de otoño, un número enorme de aves que vienen del Norte y que, en muchos casos, pasan el invierno en los acantilados bretones. Por otro lado, los fortísimos vientos y el hecho de que el naufragio ocurriese en alta mar ha perjudicado primero a los pájaros bobos y frailecillos y luego a los que se alejan menos de la costa.

Más información
Los consejeros del Gobierno que minimizaron el desastre tienen vínculos con las petroleras

Algunos ostricultores se han manifestado ante el Ayuntamiento de Etel, en el departamento bretón del Morbihan, para protestar contra la ineficacia de los medios para proteger sus cultivos. El Gobierno ha encargado a la Agencia Francesa para la Seguridad Sanitaria de los Alimentos una evaluación de los riesgos de contaminación de los productos marinos a causa del fuel que el Erika transportaba por cuenta de Total-Fina.

La inquietud no afecta sólo a los cultivadores de marisco, sino también a los pescadores, en pleno periodo de captura de mero, lubina y lenguado, y también a la supervivencia de las algas o de los organismos de que se alimentan de plantas y peces.

No existe ni es posible efectuar aún una evaluación de los daños ecológicos y económicos. Más de 420 kilómetros aparecen ya salpicados o cubiertos por un fuel que se renueva a cada marea. La viuda del comandante Cousteau, Francine Triplet, ha dicho que una marea negra que alcanza la costa debiera ser comparada a un maremoto sobre el Louvre y que ya es hora de que se dé valor económico a los paisajes del litoral.

Los representantes del Fondo Internacional de Indemnización de Poluciones por Hidrocarburos (FIPOL) y de los transportistas marítimos de petróleo y derivados se reunieron ayer en Lorient (Morbihan) con miembros del Gobierno francés y de los damnificados para estudiar el proceso de indemnización. Se calcula que limpiar cada kilómetro de costa contaminado cuesta unos 100.000 francos franceses (2,5 millones de pesetas).

Los daños causados en 1978, por el Amocco-Cadiz que contaminó 350 kilómetros de costa, ascendieron a 1.257 millones de francos (31.425 de pesetas de entonces). La petrolera TotalFina se ha comprometido a aportar 40 millones de francos (1.000 millones de pesetas) para luchar contra la polución, una cifra que ha sido ridiculizada por la prensa, que subraya que equivale a una hora del volumen de negocio de la sociedad o a los beneficios que obtiene en dos días.

Sobre el coste definitivo de la limpieza tampoco podrá hablarse hasta que se conozcan los resultados de cuatro pruebas encargadas a distintas sociedades para descontaminar zonas de muy difícil acceso. Los sistemas de seguros y los fondos de indemnización de las petroleras van a permitir destinar 30.000 millones de pesetas a la intervención contra la contaminación del Erika, según expertos de la Comisión Europea.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_