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Francia y la UE se denuncian ante el Tribunal de Luxemburgo por el embargo del vacuno

El Gobierno galo mantiene la prohibición a la carne británica por las 'vacas locas'

El Gobierno francés y la Comisión Europea llevarán ante el Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo, su disputa sobre el embargo francés al vacuno británico, que París mantiene después de que la UE levantara esas restricciones por considerar que ya no hay riesgo de contagio de la enfermedad de las vacas locas. El comisario europeo de Salud, David Byrne, ha decidido presentar la denuncia el próximo lunes, tras haber recibido una carta del Ejecutivo francés en la que le informaba de su intención de mantener el embargo y de denunciar a la Comisión.

La Comisión Europea levantó el embargo a la carne británica el pasado 1 de agosto, pero Francia, aduciendo estudios de su propia Agencia de Sanidad y Seguridad en los Alimentos, decidió mantenerlo por su cuenta, una decisión a la que se sumó Alemania. Desde entonces, los repetidos intentos de negociación entre París y Londres, y de ambos con Bruselas, no han logrado más que enconar los ánimos a los dos lados del canal de la Mancha.La salida judicial, forzada por la negativa francesa a levantar el embargo ayer, que era la fecha límite que le había dado la Comisión, es la peor imaginable para los ganaderos británicos, que verán cómo las exportaciones de sus productos siguen bloquedas mientras el Tribunal de Justicia Europeo procede con el asunto. La corte de Luxemburgo tarda un promedio de 22 meses en resolver los nuevos casos que llegan a sus manos, si bien el comisario Byrne pedirá en este caso a los magistrados que aceleren el procedimiento.

Aunque la iniciativa del Gobierno francés puede parecer inspirada en una táctica defensiva, destinada a paliar las hipotéticas sanciones, el Ejecutivo de París pretende con su denuncia cuestionar el comportamiento general de la Comisión a lo largo de la crisis de la carne y plantear el debate sobre el derecho de precaución.

Datos científicos

Francia argumenta que los nuevos datos científicos contrarios al levantamiento del embargo esgrimidos por sus expertos de la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria (AFSSA) deberían haber llevado a la Comisión a reconsiderar su posición de permitir la exportación de la carne británica.

Según el Gobierno de París, la Comisión Europea ha despreciado el "principio de precaución consagrado por el Tratado y por la jurisprudencia del Tribunal" y ha tratado de imponer a Francia la ejecución de una decisión que no ofrece todas las garantías exigibles para asegurar la salvaguarda de la salud humana".

Las autoridades francesas sostienen que la incertidumbre existente sobre los riesgos de transmisión a los humanos de la enfermedad de las vacas locas exige mantener una gran vigilancia y aplicar un programa de detección de la dolencia que hoy por hoy "no ha sido puesto en práctica".

Este nuevo episodio en la guerra de las vacas locas se produce poco después de diagnosticarse en Francia el segundo caso de variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob vinculada a la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) conocida como el mal de las vacas locas.

Además, Francia se siente reforzada en su postura por un estudio de científicos estadounidenses y británicos publicado la semana pasada por la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Según los autores de esta investigación, realizada con ratones de laboratorio, ha quedado demostrado que el agente de la EEB es el causante de la nueva variante de Creutzfeldt-Jacob, algo que hasta ahora no era más que una hipótesis.

51 casos

Se han registrado ya oficialmente 51 casos de esta nueva variante: 48 en el Reino Unido, 2 en Francia y uno en Irlanda. Tras la publicación del estudio, el profesor Liam Donaldson, consejero médico del Gobierno de Tony Blair, dijo: "No sabremos hasta dentro de varios años si la epidemia afectará a cientos de personas o a cientos de miles".

Pese a todo, Francia reafirma su disposición "discutir con el conjunto de las partes interesadas las modalidades que permitirían conciliar las disposiciones comunitarias con las exigencias vinculadas con la salvaguardia de la salud humana".

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