Manolito Gafotas llega a la sexta entrega con un millón de libros vendidos
La autora no quiere una segunda película del personaje
Manolito Gafotas es una mina: seis años de éxito, una película y más de un millón de ejemplares vendidos. Ahora, el protagonista de la sexta entrega de la serie Gafotas es su hermano, que se titula Yo y el imbécil (Alfaguara). Su creadora, Elvira Lindo, dice que en todo este tiempo ha logrado mayores cuotas de libertad, porque, critica, "la literatura infantil está muy condicionada en proteger al niño".
A pesar del éxito de Manolito Gafotas (traducido a varios idiomas), Elvira Lindo (Cádiz, 1962) asegura que no quiere "explotar ni machacar" al personaje. Evita pensar en una segunda película ("no quiero que se haga"), a pesar de que le gustó mucho la primera, y le irrita imaginar que Manolito Gafotas fuera el protagonista de una serie televisiva. "En el mundo de la imagen se piensa más en términos mercantiles y yo, que he vivido peor que ahora, nunca pensé en ello. A todos nos ha dado mucho dinero, pero el éxito es producto de la voluntad del lector, y a mí, que soy un poco rebelde, bastante me ha costado llegar a hacer lo que me gusta", afirma la escritora, guionista y premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 1998, por Los trapos sucios.En su nuevo título, Yo y el imbécil, una recopilación de los artículos aparecidos en Mi Pequeño País, Lindo cuenta las aventuras del imbécil, el hermano pequeño de Manolito, que según su creadora es más inteligente, menos mezquino y disfruta más de la vida que el mayor.
Enfrascada ahora en su segunda novela para adultos, Elvira Lindo huye del término literatura infantil. La autora, que tenía todas las papeletas, dice, para que no se la respetara, considera que las etiquetas son producto de los prejuicios. Recordó ayer en la presentación de Yo y el imbécil cómo recibió críticas de algunas asociaciones, como la de Madres Divorciadas, que le echaron en cara que la madre de Manolito era muy tradicional. O aquellos que protestaban por un lenguaje políticamente incorrecto para niños. "Yo no hago libros pedagógicos, sino que hablo de unas familias que yo conocía en mi barrio", dice. La autora no sabe si va a crear más manolitos gafotas pero, de ser así, abrió la posibilidad de que Manolito fuera ya un adolescente.
Babelia
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