Una muestra indaga en la barrera entre figuración y abstracción

Con la intención de abolir el tópico que separa a abstractos y figurativos, la historiadora Mercedes Replinger, bajo asesoría del director del IVAM, Juan Manuel Bonet, ha planteado un recorrido por la pintura española desde los años setenta a nuestros días a partir de los fondos de la colección Argentaria. Imágenes yuxtapuestas permanecerá en el Museo Municipal de Málaga hasta el 20 de febrero.

La muestra, que tras Málaga viajará a Zaragoza y Santiago de Compostela, es el primer fruto del convenio suscrito recientemente entre la Fundación Argentaria y el Ministerio de Cultura para permitir la difusión de su colección de arte. Más allá del estricto contenido de Imágenes yuxtapuestas (en el que se reúnen un total de 51 obras, la mayoría pinturas de indiscutible representatividad), la mayor aportación de la muestra radica en el trabajo desarrollado por su comisaria a la hora de proponer un recorrido al espectador y ofrecer nuevos espacios para el análisis teórico.Estaciones conceptuales

Las piezas de 45 artistas, entre los que se cuentan José María Sicilia, Broto, Urzay, Eva Lootz, Mompó, Amat, Brinkmann, Lucio Muñoz, Rafael Canogar, Darío Villaba, Pablo Sycet, Gordillo, Soledad Sevilla, Hernández Pijoan, Campano, Matamoro, Schlosser, Navarro Baldeweg, José de Ciria, Carmen Calvo, Julio Juste o Alfonso Albacete, se disponen en seis estaciones conceptuales que pretenden superar clasificaciones academicistas o cronológicas. Son así La huella, La figura, El paisaje, El arabesco, La mancha y El orden las secuencias que Replinger ha ideado, dentro de una inspiración benjaminiana, para ilustrar un recorrido zigzagueante.

Un panorama de 30 años, pero que bien pudiera extenderse al siglo y a otros países, donde se han cruzado momentos en los que varios artistas han rechazado cualquier posibilidad de hallar analogías formales en la superficie pictórica. Pero ha habido otros que han querido reinterpretar el género paisajístico recuperando enseñanzas impresionistas y huyendo de la representación narrativa. También quienes han pintado formas figurativas sin referente real, pero claramente interpretables como signos o emblemas. O quienes intentaron humanizar la geometría o, en fin, numerosas ocasiones más en las que se ha buscado la afirmación de la pintura con recursos tanto abstractos como figurativos en un intento de recuperar la perdida capacidad narrativa de la pintura.

"Desde los griegos sabemos que el ser humano siempre ha buscado formas analógicas hasta en lo aparentemente informe; todos hemos encontrado figuras en las nubes y las manchas de la pared: así que, salvo casos muy extremos, es difícil hallar la abstracción absoluta", apunta Replinger, que añade: "En la pintura contemporánea la ambigüedad ha sido una constante; como el espectador moderno es disperso, yo he querido ofrecer pistas a un espectador pausado que sea capaz de superar etiquetas y disfrutar de la pintura".