El presidente de la Vital renuncia a presentarse a la reelección al no ver clara la fusión de las cajas
La fusión de las tres cajas de ahorros vascas (BBK, Kutxa y Vital) está cada día más lejos. Juan María Urdangarín, presidente de Caja Vital, anunció ayer que renuncia a presentarse a la reelección como presidente de la entidad alavesa y justificó así su decisión: "Habría continuado si hubiera habido una fusión a corto plazo, si no, no tengo nada que aportar". Urdangarín señaló que los políticos tienen ahora en cartera problemas más importantes que la fusión e indicó que no se ha dado ningún paso. "A [la vicelehendakari] Idoia Zenarruzabeitia le pusieron la alcachofa [micrófono] y dijo lo que se le ocurrió", señaló Urdangarín en referencia a unas declaraciones que la número dos del Gobierno hizo a la prensa al poco de ser nombrada, en las que afirmaba que la fusión se completaría durante esta legislatura.
Urdangarín completa en marzo próximo su mandato de cuatro años y no tiene intención de luchar por la reelección. Urdangarín tiene 67 años y los estatutos de la caja dicen que sólo se puede ser consejero hasta los 70. La edad y el hecho de que no exista un motivo, la fusión, que justifique "un plazo excepcional", le ha llevado a no intentarr continuar al frente de la entidad alavesa. La Vital celebró ayer su asamblea general, en la que presentó los resultados del año en curso. El presidente de la Vital accedió a este puesto en 1996, sustituyendo a Francisco Allende. Su mandato termina en marzo, cuando la nueva asamblea deberá elegir a su sucesor. En este periodo la Vital tiene que nombrar a sus 100 nuevos consejeros, aunque sólo se renovarán la mitad. La otra mitad, aunque nombrados, deberán esperar dos años. La Vital cuenta con 41 consejeros que representan a los impositores, 32 por los ayuntamientos alaveses, 11 para cada entidad fundadora (Ayuntamiento de Vitoria y Diputación de Álava) y 5 para los empleados.
Urdangarín, que ve cambios en la composición del consejo, considera que la fusión entre la Vital, la vizcaína BBK y la guipuzcoana Kutxa no está muy clara y que, en todo caso, debería tener en cuenta a la nueva asamblea que salga en marzo. En estas mismas fechas se renuevan los órganos de gobierno de las otras dos cajas vascas.
Alza de beneficios
Respecto a los resultados, la Vital logró hasta noviembre pasado unos beneficios antes de impuestos de 6.520 millones de pesetas (39,19 millones de euros), con un crecimiento del 14% sobre el año anterior. La caja espera terminar el año con unos beneficios brutos de 7.200 millones (43,27 millones de euros), de los que cerca de 1.100 millones (6,61 millones de euros) se destinarán a la obra social.
El resultado neto hasta noviembre ha sido de 4.734 millones de pesetas, también un 14% superior al año anterior. Los principales factores del buen ejercicio registrado por esta entidad son los notables resultados obtenidos tanto en la financiación de créditos como en los fondos de inversión, además de continuar con la contención de costes de explotación y la reducción de la morosidad.
La inversión crediticia creció en los once primeros meses de 1999 un 16%, alcanzando los 320.620 millones de pesetas. En este índice destaca la subida del 20% de los créditos hipotecarios. Así, los préstamos a la vivienda ascendieron a 201.221 millones de pesetas en dinero concedido.
Bajada en la morosidad
El año también fue bueno en la morosidad, que bajó hasta el 1,45%, gracias a la mejora de la economía. Junto a estos positivos datos sobre morosidad, y dentro de la política de prudencia de la caja, el nivel de cobertura de los fondos de insolvencia sobre los activos dudosos ha sido del 169%. Joseba Berrena, director general de la entidad, señaló ayer que la entidad, con su política de previsión para insolvencias, se ha adelantado a la circular del Banco de España que va a obligar a hacer una dotación especial para este fin. Así, según Barrena, los beneficios de la caja se resentirán menos que los de otras entidades financieras que no han hecho estas previsiones.
La Vital ha crecido un 7% en recursos administrados totales, 595.681 millones de pesetas, de los cuales los fondos de inversión y productos de previsión (fondos de pensiones) han alcanzado los 189.122 millones de pesetas. De los beneficios, 1.100 millones se van a dedicar a obra social y cultural, sobre todo a formación profesional y programas para los sectores más desfavorecidos y la tercera edad.
El director de la obra social, Rafael Gómez-Escolar, indicó ayer que el objetivo de la caja es realizar su obra social con el máximo de independencia y universalidad posible.
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