El PP necesitará el apoyo del PNV en la Mesa del Congreso

A última hora de la mañana, después de que una veintena de activistas de organizaciones no gubernamentales que asistían al debate desde la tribuna de público se pusiera en pie de espaldas al hemiciclo y con las manos en alto para protestar por la actitud de PP y CiU, la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, suspendió la sesión y reunió urgentemente a la Mesa. Pero el objetivo de la reunión no era sosegar un pleno especialmente tumultuoso, sino estudiar la petición del Grupo Popular para que los servicios jurídicos del Senado elaboren un informe determinando qué artículos de la ley tienen carácter orgánico.La Disposición Final Cuarta del proyecto es inequívoca: no son orgánicos los artículos 10, 12, 13 y 14, que regulan el derecho de los inmigrantes al trabajo, la asistencia sanitaria, las ayudas para vivienda, la seguridad social y los servicios sociales. Tampoco, según una enmienda pactada por el PP y CiU en el Senado, la regulación de las tasas.

González Pons aseguró, sin embargo, que los artículos no orgánicos -es decir, los que el PP podría aprobar en el Congreso con el exclusivo apoyo de CiU- son muchos más: todos, salvo los referidos a libertades fundamentales y el régimen sancionador.

La Mesa aceptó, con la oposición del PSOE, solicitar el informe, pero dejando claro que éste no paraliza la tramitación de la ley, que debe estar de vuelta al Congreso antes del domingo. Además, dicho informe jurídico, cualquiera que sean sus conclusiones, no vincula al Congreso, cuya Mesa decidirá el próximo martes si comparte las dudas del PP. Contando con el apoyo de CiU, el resultado dependerá de la posición del PNV.

Maquiavélico

La Mesa del Senado, en la que el PP no tiene mayoría, rechazó otros dos puntos de su petición. Uno de ellos era particularmente maquiavélico. Preguntaba por las consecuencias de no aprobar la Disposición Final Cuarta. Una pregunta sorprendente, pues ningún grupo había planteado la posibilidad de suprimirla. El PP sí se lo planteó, aunque al final renunció a hacerlo. El carácter orgánico de la Ley de Extranjería figura en su propio título y eliminar la disposición en la que se especifica qué artículos no lo son podría generar un vacío legal o un vicio de inconstitucionalidad.

González Pons expresó anoche su satisfacción por que el pleno del Senado hubiera aprobado por 129 votos a favor (PP y CiU), 94 en contra (PSOE, Grupo Mixto y PNV) y dos abstenciones (Coalición Canaria) la Ley de Extranjería que quiere el Gobierno. Menos optimista se mostró sobre las posibilidades de que este texto prospere el miércoles en el Congreso. "Anticipándose a una previsible derrota, afirmó que es "indigno conseguir una victoria parlamentaria a costa de los destinatarios de una ley" y que si el PSOE llega al poder y para entonces está en vigor el proyecto consensuado en el Congreso, lo cambiará en la misma línea en que el PP ha intentado hacerlo en el Senado.