La risa del día
Claro que Federico no tuvo la culpa de las terribles celebraciones de su centenario, a cuyo dinero acudieron toda clase de profesionales y de aficionados, la mayoría -como es lógico- con mal resultado. Moncho Alpuente sintió el fastidio de otras muchas personas, pero no se resignó y escribió un espectáculo breve para Las Veneno. Todos conocen a Las Veneno y a Moncho: los lectores de este periódico y los oyentes de la SER se lo saben, y lo pasan bien con su espíritu crítico, su ingenio y su decisión de no dejar títere con cabeza. Y a veces a los que no son títeres.El público del viernes por la noche en el teatro Alfil, donde se produce el espectáculo, era muy joven y muy en sintonía, con la mayoría femenina a la que estamos acostumbrados ya en todo lo que tenga relación con la cultura (y con muchas más cosas): no sólo se las veía, sino que se oían sus carcajadas y, al final, los aulliditos de coyote con que suelen, ahora, mostrar su satisfacción. Las personas serias nos contagiamos fácilmente. Las canciones del Reverendo, las continuas alusiones a la actualidad y a los personajes del día, las parodias del propio Lorca, y la gracia personal de Las Veneno les dejó contentos. Es un tipo de teatro muy abandonado, que a mí me recordaba las antiguas revistas políticas y sus cuplés, que a veces se cambiaban cada día para mantener la actualidad sometida a la risa. Con mucha relación con el género periodístico satírico: una de las especialidades de Moncho Alpuente.
Tú no tienes la culpa, Federico
De Moncho Alpuente. Música de Reverendo. Intérpretes: Gracia y Sole Olayo (Las Veneno). Vestuario y escenografía: Manu Berasátegui. Coreografía: Sonsoles Olayo. Dirección: Alfonso Ungría. Teatro Alfil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.