El PP preserva la facultad del Gobierno de nombrar a dedo al director de RTVE

El PP presentará hoy, en la recta final de la legislatura, un documento sobre su propuesta de futuro para RTVE. El partido que sostiene al Gobierno de José María Aznar pretende de esta manera reactivar en vísperas de la campaña electoral la subcomisión parlamentaria que creó para estudiar soluciones al Ente con una oferta que llama de consenso, pese a que el PSOE ya abandonó hace meses ese foro. Al director de RTVE seguirá nombrándolo el Gobierno, aunque en la propuesta no se especifica cómo controlará esa decisión el Parlamento.

Problemas de última hora que en el PP no quisieron aclarar públicamente, pero que tenían que ver con dificultades para cuadrar los números y las cifras de la futura financiación del Ente público, impidieron que este partido entregase ayer a los demás grupos su oferta a través del presidente de la subcomisión que estudia el futuro de RTVE, Gabriel Cisneros. La iniciativa, que se conocerá hoy al detalle, se debatirá en el Congreso el martes.El PP persigue así un cierre aparentemente esperanzador de esta subcomisión, que el PSOE abandonó por sus discrepancias con el tratamiento que recibe en los informativos y a la que el PNV ya no asistió el lunes pasado.

Al llegar al próximo martes con una propuesta para votar, el PP quiere dar a entender que la subcomisión, muerta de hecho hace tiempo, aún tiene algo que discutir en su último encuentro. Y si lograse la aprobación de este teórico modelo de RTVE, comprometería además moralmente al futuro Ejecutivo que saliese de las urnas el próximo mes de marzo.

Los planteamientos que aporta el PP para asegurar la viabilidad de RTVE no son, sin embargo, demasiado nuevos. Para empezar, deja sin resolver totalmente el asunto más polémico para los partidos políticos. Los ponentes populares plantean que el director general, que a partir de ahora podría denominarse presidente ejecutivo y disponer de más poderes, lo siga nombrando el Gobierno de turno. Y no se atreve a especificar finalmente, aunque sí lo hacía en un borrador previo, cómo se controlaría ese nombramiento por parte del Congreso. Ni concreta si habrá la posibilidad de un examen parlamentario del candidato, ni ninguna otra opción. Tampoco se apunta por qué se sustituirá el actual consejo de administración de RTVE. Esos aspectos se dejan para la siguiente legislatura, con el objetivo de pactarlos con los demás partidos.

Fuentes de la dirección del Grupo Popular aseguraban ayer que son detalles no fundamentales en el debate de la consolidación del modelo público de RTVE, y que lo relevante es destacar que no habrá ninguna privatización. También, que la financiación seguirá siendo mixta. Es decir, que pese a lo que reclaman los responsables de las cadenas privadas, RTVE seguirá disfrutando de una doble vía de ingresos, que aquellos descalifican por "desleal", a través de la aportación estatal en los Presupuestos Generales y de los ingresos por publicidad.

El modelo que ahora propugna el PP no señala qué nivel de aportación facilitará el Gobierno. No apunta ningún porcentaje, pese a que sí lo hizo en su día la propuesta que defendió el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, que ayer estuvo al tanto de la redacción definitiva del nuevo texto. Sí se asegura que será una contribución muy superior a los alrededor de 12.000 millones de pesetas con que ahora el Gobierno arropa los más de 200.000 millones presupuestados anualmente para el funcionamiento del Ente.

Lo que parece claro que cambiará será el sistema de contabilidad. Será analítica. Es decir, el Gobierno subvencionará directamente los programas de contenido público y los comerciales se nutrirán de la publicidad. Es algo que ya hacen algunas televisiones autonómicas.