El Coliseo se iluminará cada vez que se conmute o posponga una ejecución

Horas antes de que las luces del Coliseo de Roma se encendieran para iluminar una campaña por la supresión de la pena capital, gesto que se repetirá cada vez que una ejecución sea conmutada, el Papa intervino ayer para reclamar la abolición de la pena de muerte. Al terminar su discurso antes del ángelus dominical, el Pontífice reclamó con firmeza el apoyo de la comunidad internacional para acabar con las ejecuciones. Mientras se logra este objetivo, el Papa es partidario de poner en marcha al menos una moratoria que deje en suspenso las ejecuciones.

Karol Wojtyla quiso apoyar ayer con sus palabras la manifestación convocada ente el Coliseo de Roma por diversos grupos y asociaciones. Manifestación que, como recordó el Papa, "se inscribe en la campaña mundial a favor de una moratoria para la pena de muerte". "El Gran Jubileo", subrayó el Pontífice, "es una ocasión privilegiada para promover en el mundo formas de respeto a la vida y a la dignidad de las personas, cada vez más maduras". Por ello, "renuevo mi llamamiento a todos los responsables para que se alcance un consenso internacional para la abolición de la pena de muerte", añadió.El Ayuntamiento de Roma se ha sumado a la iniciativa, patrocinada en parte por la ONU. Cada vez que se conmute o se posponga una ejecución en cualquier lugar del mundo, se encenderán durante 48 horas seguidas todas las luces del Coliseo.

Juan Pablo II ha abordado en varias ocasiones este asunto, siempre en términos de dura condena. Lo hizo en las Navidades de 1998, en vísperas de su viaje a México y a San Luis, en Misuri, y lo repitió en la propia ciudad norteamericana, diciendo que "la pena de muerte es, además de cruel, innecesaria". Su intervención consiguió que se suspendiera primero y se conmutara después, la ejecución de un reo, Darrell Mease, convicto de varios asesinatos. En otras ocasiones, el Papa ha pedido clemencia para los condenados asesinatos, casi siempre con menos éxito.

En Madrid, informa la agencia Efe, varios cientos de personas se manifestaron ayer en una protesta silenciosa que solicitaba la revisión del juicio a José Joaquín Martínez, condenado a muerte en EEU. Los manifestantes pedían además la supresión de la pena capital en todo el mundo y una moratoria universal de las ejecuciones previstas.