La ciencia-ficción pierde lectores, advierte el escritor Robert J. Sawyer

"Los lectores de ciencia-ficción se están reduciendo". Tan alarmante noticia, que suena a El increíble hombre menguante, pero que en realidad se refiere a que disminuye el número de aficionados al género, la proporcionó el escritor Robert J. Sawyer (Ottawa, 1960), uno de los más interesantes autores de ciencia-ficción de la actualidad, que la semana pasada entregó en Barcelona los Premios de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

A Sawyer se le saluda como el "Michael Crichton canadiense" y se le compara con Asimov por su amenidad y capacidad de divulgación científica. Ganador de importantes premios y autor de 12 novelas, explicó a este diario que la disminución del número de lectores de ciencia-ficción es tan grave que en el último año dos de las principales editoriales del género en Estados Unidos han reducido en un 30% los nuevos títulos y que en general el libro de ciencia-ficción en inglés ha vendido en 1999 la mitad de los ejemplares que vendía hace una década, en 1989. ¡Pues vaya panorama! "La razón es que el público no puede tomarse en serio las visiones de un futuro lejano", dijo Sawyer. "El género ha perdido credibilidad: ningún autor predijo la caída de la URSS ni que la colonización del espacio iba a entrar en vía muerta después del prometedor inicio que supuso la llegada del hombre a la Luna, adonde no hemos vuelto desde 1972. Los autores de ciencia-ficción no podemos contar lo que va a pasar dentro de cinco años, así que ¿quién se va a creer nuestros escenarios para dentro de medio siglo?". El autor canadiense matizó que adivinar el futuro no es el objetivo de la ciencia-ficción, "pero en la mentalidad del público ambas cosas están muy vinculadas; es corriente al hablar de los clones o cualquier otro adelanto científico añadir la coletilla "como ya predijo la ciencia-ficción". En su opinión, el futuro de la ciencia-ficción, paradójicamente, está en acercarse más al presente, en busca de escenarios creíbles. "Cada vez veremos menos ciencia-ficción ambientada en un futuro lejano; el cambio tecnológico es tan rápido que nadie puede predecir de manera plausible lo que pasará en una década o dos". Pese a la luctuosa noticia del descenso de lectores, Sawyer augura que la ciencia-ficción "tendrá un papel clave en el desarrollo intelectual del siglo XXI" y que ayudará a la humanidad "a desprenderse de los últimos vestigios de irracionalidad".Sawyer es un buen conocido del Premio UPC de ciencia-ficción: lo ganó el año pasado con Bock universe; en 1997 con Psychospace -ex aequo con James Stevens-Arce-, y en 1996 lo galardonaron con una mención especial por Helix. Los tres títulos han sido publicados por la colección Nova de Ediciones B. En esta edición, el galardón recayó ex aequo en el mexicano Alejandro Mier, por Homunculus, y el colombiano Luis Alonso Noriega, por Imenez.

Actualmente trabaja en una novela sobre el hombre de Neanderthal en un mundo paralelo. En sus historias hay algunos elementos comunes: "La creencia en la supremacía del pensamiento racional, es decir, la idea de que el método científico es la mejor herramienta para abordar cualquier cuestión, y el interés por los dilemas morales".