Víctor Manuel considera que su nuevo disco es un regalo de la vida

El pasado mes de mayo, Víctor Manuel dio un recital en Gijón interpretando canciones propias y temas populares asturianos con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (75 músicos) y el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias (90 cantores). El éxito fue apoteósico y animó a sus patrocinadores a convertirlo en disco. "Vivir para cantarlo constituye para mí una isla y un regalo que me hace la vida", afirma el cantante.

"Una isla, porque es algo irrepetible al margen de mis proyectos; un regalo, porque en ningún momento se me había ocurrido semejante cosa. Todo fue idea de los gestores del teatro Jovellanos de Gijón", afirma el cantante. El producto ha merecido la pena y seguramente Vivir para cantarlo se convertirá en uno de los grandes éxitos de la música popular española del 2000. De él se han editado dos compactos: uno doble, con el recital completo (24 temas), y otro sencillo, con 16. Y los arreglos orquestales están firmados por el músico catalán Joan Albert Amargós.Víctor Manuel -que ha colaborado en el último disco de María Dolores Pradera y en Tatuaje, un homenaje a la copla, en el que interpreta La Tarara-, se muestra feliz: "Es una gozada cantar mis composiciones con orquesta sinfónica y coros, pero también cantar temas populares asturianos; algunos, desconocidos por mis paisanos. La gente de mi tierra sabe unir muy bien el lirismo más profundo con esquemas musicales autóctonos al alcance de todos los públicos".

Al lado de melodías centenarias, como Pastor que tas en el monte o Ea, mío neñín, el disco reúne grandes éxitos del cantante: Asturias, Paxarinos, El abuelo Vítor, Danza del cuélebre, Sólo pienso en ti, Ay, amor, La madre y La sirena. Para Graciano García, director de la Fundación Príncipe de Asturias, Víctor Manuel "ha llevado más allá de Asturias las características más arraigadas del folclor asturiano, su expresividad y su riqueza. Amargós ha sintonizado magistralmente con la esencia del trabajo del cantante y de la música asturiana".

Para Víctor Manuel, la experiencia es irrepetible: "Esto no es un recopilatorio; es otra lectura, en este caso sinfónica, de canciones que mi pueblo ha hecho suyas. Y casi no me lo puedo creer".