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La credibilidad de Kohl, afectada por los donativos de un traficante de armas

Pilar Bonet

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El escándalo sobre el supuesto donativo de un traficante de armas a la Unión Cristiana Democrática (CDU) está afectando la credibilidad del excanciller Helmut Kohl. Según una encuesta publicada ayer por el periódico Bild am Sonntag, la mayoría de los alemanes cree que Kohl, hoy presidente honorario de la CDU, conocía donativos del traficante Karlheinz Schreiber y estaba al corriente del proceder del extesorero del partido Walther Leisler Kiep. Un 55% de los encuestados (sobre una muestra de 1.020 personas) cree que Kohl conocía el asunto, mientras un 24% piensa que se ha enterado ahora y un 21% no se ha formado una opinión sobre el asunto. Kohl ha dicho que desconocía el asunto y ha exigido que la comisión investigadora formada por el Bundestag (Parlamento federal) se ponga manos a la obra con la máxima celeridad. No obstante, de acuerdo con el sondeo de Bild am Sonntag, también los militantes de la CDU y de la CSU (Unión Social Cristiana de Baviera) muestran cierto escepticismo ante el ex canciller. Sólo el 36% de ellos cree que Kohl desconocía la existencia de los donativos, mientras un 46% piensa que el ex canciller estaba al corriente y un 18% no tiene opinión. Importantes figuras de la CDU, entre ellas dos exsecretarios generales (Volker Rühe y Kurt Biedenkopf), se pronunciaban ayer a favor de una investigación. "La entrega de dinero en metálico en una maleta en un parking es una escena no compatible con la reputación del partido", señalaba Rühe, mientras Biedenkopf pedía que los hechos se aclararan "sin tener en cuenta la persona".

Es pronto aún para decir si la relación de la CDU y el SPD (y de Kohl y el canciller Gerhard Schröder, respectivamente, como figuras de referencia) con el electorado alemán se verá modificada por los acontecimientos que han afectado a ambos partidos en la última semana.

El escándalo de los donativos parece jugar en contra de Kohl, pero en el otro bando también han aparecido casos de corrupción que salpican a los socialdemócratas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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