Tratado de las pasiones en azul y grana

Después de un año entero de múltiples fastos y celebraciones anticipadas, el próximo lunes 29 de noviembre, coincidiendo con la fecha exacta del centenario de la fundación del FC Barcelona, se inaugurará la exposición Cent anys de passió blaugrana, cuya organización ha corrido a cargo de la Fundación La Caixa y la Fundación del FC Barcelona conjuntamente. La exposición, con cerca de 2.500 metros cuadrados destinados a la revisión de la historia azulgrana y la pulsión de su memoria más emotiva, hará las funciones de preestreno del nuevo centro cultural de la fundación que dirige Luis Monreal, la rehabilitada antigua Fàbrica Casaramona, obra del arquitecto modernista Puig i Cadafalch, y se prolongará hasta el 25 de junio del 2000.Esta exposición, cuyos comisarios en primera instancia son Jorge Wagensberg, director del Museo de la Ciencia, y el propio Monreal, nace con la pretensión de ser la exposición canónica y oficial, bendecida por el club que preside Josep Lluís Núñez, y es el resultado de un intenso trabajo en equipo que se inició hacia febrero de 1997 y fue desarrollándose poco a poco, no sin cierta polémica: recordemos que en un principio se anunció que la exhibición se mostraría en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, con Josep Ramoneda como máximo responsable, pero según fuentes del club la propuesta fue desestimada finalmente por el CCCB "por ser demasiado ambiciosa".

Es cierto que se trata de un proyecto ambicioso, que busca la identificación masiva de los aficionados con el club de sus amores, casi como una revisitación de unos santos lugares, y desde el mismo título se predispone al estado de ánimo con que debe afrontarse el recorrido de estos altares de la religión azulgrana: la pasión. Víctimas quizá de la magnitud del proyecto, a pocos días de la inauguración, los montadores trabajaban a toda marcha, moviéndose entre réplicas exactas de la fuente de Canaletas, espacios de verde césped artificial, recreaciones de las distintas épocas del siglo culé. Aunque es evidente que quedaba mucho trabajo por hacer, y diversas partes de la exposición se encontraban todavía en los talleres, se podía ya entrever con qué materiales -la materia de los sueños en tecnicolor azulgrana- se va a contar para encandilar a los visitantes.

Los organizadores han concebido la visita como un viaje por la historia deportiva del club y su dimensión social, y cuentan que han "combinado los elementos museísticos tradicionales con las últimas tecnologías de vídeo y sonido" para proyectar un recorrido con cinco grandes ámbitos diferenciados -y que dibujan inequívocamente un crescendo emocional.

El itinerario empieza en el Barça, any u, físicamente frente a la puerta de acceso al campo de la calle de Indústria y la valla que lo cercaba y que según algunas creencias dio nombre a los culés. A continuación, se habla de la fundación del club y sus primeros pasos, así como de la multiplicación de las diversas secciones (19 en total, de las que hoy en día continúan 12); el visitante descubre asombrado que el club llegó a tener secciones de lucha grecorromana, tenis, ciclismo y judo.

El segundo ámbito -El Barça és notícia- hace hincapié en la intensa relación de la entidad con los medios de comunicación a lo largo del siglo, decisiva a la hora de convertir los futbolistas y el deporte en auténticos fenómenos de masas. Así, se repasa en un principio el papel de las revistas satíricas y a continuación se analiza el papel clave en la difusión que tienen la radio y posteriormente la televisión. En este espacio se pueden ver partidos históricos y escuchar la grabación radiofónica de los momentos estelares, y además llega el momento de actuar por primera vez: el visitante tiene la oportunidad de convertirse en todo un Joaquim Maria Puyal retransmitiendo desde una cabina de radio las imágenes del Barça-Brasil, partido del centenario.

El tercer apartado de la exposición lleva por título El segle Barça y en él, gracias a una escenografía impactante y muy efectista, se rememora propiamente la historia centenaria del club. Desde Paulino Alcántara al dream team pasando por Samitier, Kubala, los años negros en que el presidente Joan Suñol fue asesinado, Cruyff, Basilea, Wembley y el año del centenario. La perla de este ámbito es la fiel reproducción del túnel de salida al campo, esos metros finales que han pisado todos los ídolos; cuando lo transite, el visitante podrá experimentar la misma sensación: el griterío, el olor a linimento, el vacío en el estómago ante el debut esperado. Estará entonces a pie de césped, justo en el lugar ideal para vivir el momento más trascendental del siglo azulgrana: el minuto 111 del partido Barça-Sampdoria, el 20 de mayo de 1992.

El cuarto ámbito, Futbol d"or, se centra en el deporte rey. A través de los recursos multimedia, se hace un repaso a la evolución de las diferentes tácticas utilizadas por el Barça a lo largo de la historia, y con la ayda de una base de datos el visitante puede expresar cuál es su once ideal (que se actualiza en una pantalla gigante a medida que se realizan las votaciones). Todo esto, claro, si el visitante no ha quedado definitivamente alucinado por la reproducción a escala natural, con portería, barrera, pelota y Koeman, del mítico gol de Wembley que dio al club la Copa de Europa. Un prodigio de verismo, anuncian los organizadores, conseguido mediante una combinació de figuras y luz.

Para finalizar, el último apartado, Ja tenim cent anys, traslada al visitante a la epifanía del éxito, los lugares de la celebración, con una vitrina que exhibirá los trofeos más importantes y una reproducción del balcón de la Generalitat donde encaramarse para experimentar el vértigo del vencedor.

Al llegar al final, el visitante habrá experimentado sin duda las mismas emociones de cada domingo, pero todas juntas y filtradas además por la pasión, el éxito, la memoria caprichosa. También sentirá esa dulce seducción de sentirse protagonista único, el centro del universo, y tal vez esa sea la gran virtud de la exposición.