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Bogotá asegura que la muerte del español fue "premeditada y planeada"

La detención de nueve paramilitares en la provincia colombiana del Chocó es "el comienzo de una investigación que va a buen paso", aseguró ayer el vicefiscal general Jaime Córdoba Triviño. Algunos de estos detenidos, según la policía, podrían "estar implicados" en las muertes del cooperante español Íñigo Egiluz, de 24 años, y del sacerdote colombiano José Luis Maza, de 37, ahogados el pasado jueves en el río Atrato. La fiscalía descarta que el suceso fuera un accidente.

"Confiamos que en un tiempo razonable podamos esclarecer el hecho y someter [a la justicia] a los culpables materiales e intelectuales", agregó Córdoba Triviño, quien aseguró que se actuó con celeridad y que, muy pronto, el cuerpo técnico de la fiscalía en Quibdó estableció que no se trató de un accidente, sino de un delito "premeditado y planeado" por los paramilitares de la zona que iba dirigido contra el sacerdote colombiano y también "se cobró la vida del cooperante". Se sabe que el centro de operaciones del grupo paramilitar -como lo ha denunciado la diócesis de Quibdó- está ubicado en Vigía del Fuerte, población a orillas del Atrato, en la provincia de Antioquia. Esposados, con pantalón militar, botas de río y camisetas -vestimenta habitual de los paramilitares-, fueron mostrados el miércoles en la noche (en la madrugada de hoy española) a la prensa los nueve miembros de las autodefensas. Entre ellos hay un menor de edad, de l6 años, que no dio la cara a las cámaras y permaneció de espaldas.

Pero existen muchas dudas sobre el episodio, calificado por la policía de "lamentable". La lancha con la que fue embestida la embarcación en que viajaban las víctimas fue robada hace dos años por los paramilitares y en ella navegaban río arriba y río abajo hace tiempo.

Ante tal evidencia se preguntó el porqué no habían sido detenidos: "Eso también es materia de investigación", respondió el general Alfonso Arellano, director operativo de la policía. El vicefiscal aseguró que una de las próximas acciones "para profundizar en la investigación" será localizar la lancha utilizada para el delito, "simulado como accidente".

El general y el vicefiscal desmintieron cualquier posibilidad de que las nueve detenciones sean un montaje para aplacar la fuerte presión internacional y de la Embajada española en Bogotá tras este hecho. "La acción de la policía no se hace bajo presión; es un convencimiento institucional", dijo el general. Córdoba Triviño aseguró: "En Colombia, la justicia comienza a responder con mayor agilidad en este tipo de delitos".

El operativo de captura de los nueve hombres en un campamento a una hora por río de Quibdó, la capital de la provincia chocoana, donde Egiluz trabajaba dando apoyo a la población negra desplazada, se logró "por información oportuna de la comunidad".

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En el operativo se decomisó material de guerra -granadas, morteros, equipos de comunicación, fusiles-. El comandante de la policía del Chocó, el coronel Hernando Arciniegas, quien estuvo a la cabeza de la operación, se defendió de las críticas que aseguran que la policía no hace nada para frenar a los paramilitares. "Este año hemos detenido a nueve paramilitares y hemos realizado varios operativos; pero no en todas las ocasiones las cosas salen bien".

Egiluz fue enterrado ayer en Bilbao, su ciudad natal, donde hoy recibe un homenaje en el ayuntamiento. El próximo 2 de diciembre se realizará un acto en su honor en la Casa de América de Madrid.

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