Pablo Carbonell abre un foro universitario sobre arquitectura
"Encuentro dos maneras de atacar la realidad: una consiste en hacer de tu vida una obra de arte, porque el arte siempre es desestabilizador; la otra es más negativa y consiste en estar contra todo, el cabreo existencial. Yo estoy un poco entre ambas, aunque más cerca de la primera". Con estas palabras, el cantante y periodista Pablo Carbonell inauguró el pasado lunes en la Universidad Internacional de Cataluña el Foro 1999-2000, que bajo el lema No homologado pretende "reunir experiencias capaces de transmitir su acción indisciplinada en la realidad".Los artistas Matthieu Laurette, de Francia, y Lara Almarcegui, de Holanda, participan, junto a la estilista Carolina Azcona y los arquitectos David Trottin, Félix Arranz, José Ballesteros, Jérôme Sigwalt y Karine Herman, en unas jornadas organizadas por la Escuela de Arquitectura de esta universidad. El foro -afirma su coordinador, el arquitecto Manuel Gausa- trata de que la arquitectura se entienda "no ya como ese viejo oficio destinado a repetir modelos o diseñar objetos, sino como una acción destinada a proponer nuevas relaciones entre las cosas". Gausa sostiene que esto explica que las sesiones las hayan abierto el dúo Accidents Polipoètics y Pablo Carbonell, reportero del programa de televisión Caiga quien caiga, quien en medio de una desordenada charla de café fue desgranando ante el auditorio un discurso en el que cupieron los Rolling Stones, el Kursaal -"un edificio genital"-, el Guggenheim -"frágil, como una sardina en movimiento"- y la sabiduría de "todo a zen": "En la mente de una principiante caben muchas posibilidades; en la de un experto, muy pocas". La sesión inaugural se cerró con la lectura de poemas de Accidents Polipoètics.
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