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Ciudadanos sin edad

Unicef explica a representantes de 40 municipios vascos los derechos de niños y adolescentes

Naiara Galarraga Gortázar

Unicef pretende que lo que anteayer ocurrió en Cuenca sea un ejemplo a seguir, no una mera anécdota. El alcalde conquense, José Manuel Martínez, consultó con medio centenar de jóvenes dónde ubicar una pista polideportiva. El asunto se debatió en una especie de pleno extraordinario y los chavales quedaron encantados con el lugar elegido."Los niños y los adolescentes necesitan que sus ayuntamientos les escuchen, no sólo que les hagan lugares donde jugar". Unicef convocó ayer en Bilbao a los 250 alcaldes del País Vasco para explicarles en detalle este principio y qué dice la Convención sobre los Derechos del Niño. Este documento, que sólo Estados Unidos y Somalia se resisten a ratificar, cumplió ayer diez años.

Una quincena de alcaldes y representantes de otros 25 municipios se empaparon durante toda la mañana sobre el margen del que disponen en la legislación vigente para proteger a esos conciudadanos que aún no tienen edad suficiente para elegirles en las urnas. Por que la ciudadanía no tiene edad. Machaconamente repitieron esta idea tanto la delegada de Unicef en Euskadi, Consuelo Crespo, como el representante de esta agencia de las Naciones Unidas en Cuba, Alfredo Missair.

Paradójicamente ni un solo niño estuvo presente en esta cita en la que medio centenar largo de adultos abordaron cómo dar voz a la infancia en un mundo en el que los mayores casi siempre deciden por ellos. Ayer se cumplió un año desde las elecciones convocadas por Unicef en las que 30.000 vascos de entre 8 y 11 votaron por sus derechos y eligieron la paz como el más importante.

El argentino-estadounidense Missair es el promotor de un movimiento que pretende convertir a los alcaldes en los defensores por excelencia de los más pequeños: los regidores, por que son los políticos que más a mano le quedan a la ciudadanía.

Iñaki Azkuna, primer edil de Bilbao, ciudad anfitriona del encuentro, recordó que un niño no es lo mismo que "medio adulto". Y que de la misma manera que si está enfremo no se le puede dar media dosis de un medicamento para adultos, también necesita una política municipal a su medida y no un apaño de las pensadas para los adultos.

Unos y otros, alcaldes y miembros de Unicef, estuvieron de acuerdo en que la legislación da a los municipios muchas más herramientas de las que usan para defender a los menores. También coincidieron en que sin mayores fondos y la cooperación de otras instituciones es imposible echar mano de ellas. Conocer con precisión cómo es la infancia de cada ciudad o pueblo -"las medias desvirtúan la realidad", según la representante de Unicef- es una de las asignaturas pendientes.

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Para Unicef estaría muy bien que el ejemplo de Cuenca cundiera en el País Vasco. Pero sería aún mejor que cundiera el de Florencia: el Ayuntamiento convoca a los niños a los plenos municipales cada vez que se discuten asuntos que les atañen.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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