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Prodi propone combinar el desarrollo de EEUU y la protección social de Europa

Los líderes del centroizquierda se reúnen en Florencia para analizar los retos del 2000

, Los principales líderes del reformismo europeo se reúnen hoy en Florencia para abordar el futuro de la tercera vía, gravemente amenazada por la próxima desaparición de la escena política de uno de sus principales mentores, el presidente norteamericano Bill Clinton, que abandonará la Casa Blanca tras las próximas elecciones. El encuentro de Florencia fue inaugurado ayer por el presidente de la Unión Europea, Romano Prodi, que tomó como referencia a Estados Unidos y su espectacular desarrollo para definir los retos que afronta el Viejo Continente con vistas al 2000.

Europa, dijo Prodi, debe ser capaz de triunfar como lo han hecho los norteamericanos en la creación de trabajo y hacerlo sin renunciar al modelo social europeo que ofrece una más justa distribución de oportunidades entre los ciudadanos.Prodi atribuyó la superioridad norteamericana a la existencia en este país de un mercado común y una moneda única desde hace casi un siglo, una situación de la que Europa ha disfrutado parcialmente sólo en el último decenio. Otro de los aspectos fundamentales en la superioridad norteamericana frente a Europa ha sido el despegue de las tecnologías informáticas. "Europa ha sido muy lenta en adoptarlas", se lamentó el professore, que citó los grandes problemas demográficos a los que se enfrenta el continente con un índice de natalidad cada vez más bajo y una población que envejece con las consiguientes repercusiones en el mercado laboral. La fórmula de la UE no es, con todo, fallida como lo demuestra, según Prodi, el hecho de que decenas de países europeos hayan presentado su candidatura para adherirse a ella. Prodi citó el caso de los países balcánicos "a los que", dijo, "habrá que conceder un estatus de miembros virtuales".

El presidente comunitario pronunció su discurso en el marco exquisito de villa La Pietra en el transcurso de la cena de gala ofrecida a los jefes de Gobierno de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Portugal y a los presidentes de Brasil y Estados Unidos. Los debates comenzaran hoy en torno a dos cuestiones esenciales: valores, derechos y responsabilidades de las democracias del siglo XXI y la nueva economía en un mundo cada vez más global.

La máxima estrella de la reunión, el presidente Clinton, llegó con un séquito de 700 personas y fue acogido como el verdadero maestro de una tercera vía que se inspira en la gestión económica del presidente que ha permitido a Estados Unidos crecer ininterrumpidamente en los últimos siete años y crear siete millones de puestos de trabajo. Los socialdemócratas europeos querrían apuntarse a este éxito sin perder demasiadas tradiciones de solidaridad social.

Clinton tomó la palabra en la cena tras la intervención de Prodi. Sólo dos días después de participar en la cumbre de la OSCE, advirtió a los líderes europeos de que "ya no hay una distinción clara entre política exterior y política nacional". El presidente estadounidense mantuvo asimismo un breve encuentro antes de la cena con el primer ministro italiano, Massimo D"Alema. Hablaron de los Balcanes y Clinton le transmitió que está dispuesto a suavizar las sanciones contra Serbia si el régimen de Milosevic permite elecciones libres en Serbia y en Montenegro. Esa oferta ya fue adelantada por su secretaria de Estado, Madeleine Albright, a la oposición yugoslava.

La reunión de Florencia es, en todo caso, un extraño encuentro fijado hace más de un año por el anterior primer ministro italiano, Romano Prodi, el presidente Clinton y el líder británico Tony Blair. El cambio de Gobierno en Italia no alteró la cita.

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El clima entre los líderes de la socialdemocracia europea parece más distendido tras la reciente reunión de París de la Internacional Socialista. Aunque con algún matiz. Particularmente sincera ha sido la intervención del primer ministro francés, Lionel Jospin, que ha dejado bien claro en un artículo redactado para la Fabian Society británica, sus diferencias con la tercera vía de Blair. "Si la Tercera Vía es un punto intermedio entre socialdemocracia y neoliberalismo, no es la mía", escribía Jospin.

Aunque en estos momentos la más alta es la tensión entre el canciller alemán y el primer ministro británico. Los dos antiguos aliados se han enfrentado abiertamente a raíz de la OPA hostil lanzada el viernes por la compañía británica de telefonía móvil Vodafone contra su rival alemana Mannesmann. Schröder, hasta ayer mismo un defensor de la economía global a ultranza, convencido de que representaba una fuente de oportunidades para las empresas de su país, lamenta ahora la ofensiva de Vodafone señalando que "infravalora las virtudes de nuestro sistema de cogestión entre empresa y trabajadores". El canciller alemán rechazaba también el modelo económico anglosajón en una reciente entrevista publicada en el diario francés Le Monde. "El modelo americano privilegia la economía mientras nuestro sistema se basa en la participación de una amplia mayoría de los trabajadores en la prosperidad y en la toma de decisiones de las empresas".

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