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Mohamed VI destituye al director de la televisión nombrado por Basri

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No transcurre un solo día en Marruecos sin que caigan elementos de la vieja guardia del difunto rey Hassan II y la sociedad civil arrebate nuevos espacios de libertad. Mohamed VI destituyó ayer a los directores de la agencia de prensa marroquí (MAP), Abdeljalil Fenjiro, y de la televisión estatal (RTM), Mohamed Isari, ambos considerados muy cercanos al ya ex ministro del Interior Dris Basri, que durante un tiempo simultaneó esa cartera con la de Información.

Larbi Mesari, el ministro de Comunicación del Gobierno que encabeza el socialista Abderramán Yusufi, llevaba años quejándose, a veces incluso en público, de no poder relevar de sus cargos a los directores de la agencia de prensa y de la televisión, cuyos organos no reflejaban la transición puesta en marcha en Marruecos.La MAP estaba además sumida en un escándalo de malversación de fondos, denunciado por la Inspección General de Hacienda, pero ni siquiera así conseguía Mesari deshacerse de Fenjiro, que llevaba 25 años al frente de la agencia. Él y el director de la televisión, se lamentaba Mesari, eran protegidos de Basri.

Numerosos órganos de prensa independientes y de izquierdas participaron el lunes en una jornada nacional de la información en la que pidieron la reforma de los medios de comunicación públicos y el relevo de sus directores.

Veinticuatro horas después, el monarca les hizo caso. Puso a la cabeza de la MAP a Mohamed Yasin, de 37 años, un ex compañero suyo de colegio, y nombró director de la televisión a Faisal Laraachi, otro hombre de su generación.

Una treintena de altos funcionarios y familiares de Basri han caído más en desgracia que los directores de prensa. El ministerio del Interior prohibió su salida del país mientras están siendo investigados. Si acaban en la cárcel, una ONG de apoyo a los presos, fundada el sábado en Casablanca, se verá, acaso, obligada a ayudarles a soportar su cautiverio.

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