La Universidad Autónoma vuelve a Barcelona

La Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), cuyo nombre no hace honor al lugar donde tiene establecido su campus -que no es otro que Bellaterra-, ha decidido hacerse presente en la ciudad que le da nombre y en la que nació, pero en la que, al margen de los hospitales donde imparte Medicina (Sant Pau y hospital del Mar), nunca estuvo más que de forma marginal. Hoy se inaugura oficialmente la rehabilitación del espectacular edificio modernista de la Casa de Convalecència, anexa al Hospital de Sant Pau, que será la sede del Centro de Formación Avanzada en Ciencias de la Salud y de la Vida de la UAB, de la Fundación Doctor Robert y la Fundación Biblioteca Josep Laporte, así como del Instituto de Ciencias de la Educación de la UAB (ICE), la única institución que, desde su creación, ha ocupado las hasta hace muy poco destartaladas aulas del edificio. La Fundación Robert será la sede de los estudios de tercer ciclo y formación continuada de las especialidades de Medicina, Psicología o Veterinaria de la UAB. La fundación Laporte encarna la biblioteca virtual, que pretende ser el centro de documentación de referencia de Cataluña en el ámbito de la medicina.

La UAB, sin embargo, quiere ir mucho más lejos. El rector Carles Solà anunció ayer el interés por "dar contenido científico y educativo" a los pabellones modernistas que vaya desalojando el hospital de Sant Pau cuando se traslade al nuevo edificio, situado en los terrenos adyacentes, cuyas obras ya han comenzado. Se trata, según Solà, de crear "un gran centro cultural que se ocupe básicamente de las ciencias biomédicas".

Éste no es el único frente abierto por la UAB en Barcelona. Solà confirmó ayer que el equipo rector está dispuesto a crear el ya bautizado como Campus de Llevant, lo que supone aceptar la oferta del Ayuntamiento de Barcelona de instalarse al final de la Diagonal, donde se celebrará el Fòrum de les Cultures del 2004. La UAB está a la espera de las propuestas del consistorio, pero los planes para el Campus de Llevant prevén la creación de una escuela de negocios, una residencia para estudiantes, el Instituto de la Biodiversidad, así como una universidad de excelencia de tercer ciclo en colaboración con las universidades de todo el mundo. La UAB pretende, asimismo, atraer a empresas de alta tecnología para compartir este espacio llevando a cabo programas de investigación y desarrollo.

La rehabilitación de la Casa de Convalescencia ha sido realizada por un equipo dirigido por el arquitecto Òscar Tusquets que lo ha despojado de añadidos y ha puesto especial cuidado en devolverle la forma original. Este edificio, que estaba destinado a enfermos terminales, fue la última pieza que se edificó del conjunto del hospital de la Santa Creu y Sant Pau. Su autor, Pere Domènech Roura, era hijo del arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, creador del resto del recinto hospitalario, declarado patrimonio universal por la Unesco. Lo cierto es, sin embargo, que cuando fue inaugurado en 1930 ya era obsoleto. Nunca fue utilizado para el propósito con el que fue construido, sirvió para infinidad de cosas, desde almacén a garaje o archivo del hospital, y para los servicios técnicos. El edificio tiene 8.000 metros cuadrados útiles y dispone de unas 40 aulas. Su reforma ha supuesto una inversión total de 1.100 millones de pesetas, una buena parte de los cuales se ha destinado a convertirlo en un edificio inteligente, de modo que los sistemas de comunicación están disponibles en todos sus rincones.

La financiación se ha dividido en dos partidas. La primera, de 500 millones de pesetas, ha sido aportada en parte (80 millones) por la UAB y el resto (420 millones) por Caixa de Catalunya y los patronos de las fundaciones Laporte y Robert. La segunda partida, de 600 millones, proviene de una operación de endeudamiento avalada por la UAB, cuya financiación debe cubrirse con la explotación del edificio.