Primera certificación mundial
La Consejería de Agricultura trabaja en que el aceite de oliva de Andalucía sea el primero del mundo que cuente con certificación. Esta idea ya se ha llevado a la práctica con los productos hortofrutícolas a través de la auditoría externa que realiza Agrocolor. El siguiente producto es el aceite, según anunció ayer en la reunión del COI el consejero, Paulino Plata.Fuera de España no están prohibidas las mezclas y es muy difícil introducir una reglamentación que lo prohíba. El riesgo de que se produzcan se puede evitar con la certificación de que las botellas tienen en su interior sólo aceite de oliva en la calidad que corresponda. "Esa estrategia de certificación mediante un sistema público-privado puede dar muchas oportunidades ante las mezclas", resaltó Plata.
En unos pocos meses, aseguró el consejero, las empresas que se sometan a la auditoría podrán contar con un sello de garantía de calidad. "Lo importante es garantizarle a los consumidores aquello que están comprando", indicó el consejero.
Paulino Plata indicó en Jaén que el COI tendría que profundizar sobre estrategias que hagan del aceite la grasa del próximo siglo. "Si sabemos promocionar el aceite y mejorar la calidad vamos a tener un futuro explendido y vamos a incrementar la participación del aceite de oliva en el mercado de las grasas vegetales", añadió el responsable de Agricultura tras recordar que el aceite tan sólo es el 3% del mercado de las grasas.
Tanto el representante de la Junta como el del Ministerio de Agricultura, Manuel Lamela, incidieron en la necesidad de que el sector aborde la comercialización, un reto que llevaría a que el valor añadido de este producto se quede en las zonas productoras.
El jarro de agua fría sobre la Junta lo lanzó Fausto Luchetti al poner en duda que pueda llegar a funcionar la iniciativa del mercado de futuros, que tendría sede en Jaén. La idea, dijo, es interesante, pero llena de dificultades por la propia opacidad del sector. Además resaltó dos inconvenientes para que el proyecto se convierta en realidad: que los precios de una misma categoría de aceite no son los mismos en todos los países productores y que la producción no es estable porque oscila en función de cada campaña. Este es un factor de riesgo para realizar operaciones a largo plazo, ya que se esconoce qué cantidad de producto se tendrá para poner a la venta en campañas futuras.
Luchetti se preguntó si el sector está en condiciones de dar seguridad de que se producirán trasacciones comerciales a través del mercado de futuros. Con esta pregunta en el aire dejó de hacer referencia al proyecto emblemático de la Junta en Jaén dirigido al sector del aceite.
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