Batallas bancarias

Un mercado único de servicios financieros es algo a lo que aspiran los gobiernos de la Unión Europea. Pero la aspiración está limitada por un poderoso deseo nacionalista de dificultar el libre movimiento de capital.Portugal ha intentado bloquear la pretensión del BSCH de comprar acciones del tercer mayor banco portugués, quejándose de que un sector vital de su economía "se está tomando al asalto". (...) El Gobierno francés dejó claro en el reciente embrollo entre la Banque National de Paris, Société Générale y Paribas, que la participación extranjera no sería bien recibida.

Es cierto que se da la presunción (...) de que es sensato crear grandes bancos nacionales antes de que tenga lugar la consolidación sobre unas bases paneuropeas. (...) La presión de la Comisión Europea está contribuyendo ahora a un potencial desbloqueo del callejón sin salida en Portugal. (...) La Comisión no debería dudar por temor a ofender a los gobiernos nacionales cuando sea necesario para conseguir un cierto terreno de juego. Con todo, es discutible si sus esfuerzos desreguladores serán tan potentes como la nueva tecnología para desmantelar las barreras. En cuanto a los consumidores, la inercia es una gran restricción para la competencia en la banca europea (...). Lo que está claro es que la fortísima combinación de tres elementos como son la desregulación, la nueva tecnología y la moneda única, supondrá, de alguna manera, una competencia devastadora en los superprotegidos bancos europeos. Protegerles ahora, simplemente, les hará más vulnerables en el futuro.

12 de noviembre