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Europa amenaza con una guerra comercial a Corea por sus ayudas desleales al sector naval

La Unión Europea se encamina hacia una guerra comercial contra Corea del Sur para acabar con lo que considera prácticas comerciales desleales en la construcción naval. Los ministros europeos de Industria concluyeron ayer que todos los males que afectan al sector naval se deben a los coreanos y han encomendado a la Comisión Europea que envíe un representante a Seúl para presionar al Gobierno coreano. Si aun así no se obtienen garantías de que cesarán esas prácticas, la Comisión deberá presentar una lista de acciones contra Corea del Sur.

Entre esas acciones figurará la presentación de una denuncia ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), aunque las probabilidades de éxito de esa vía es más que dudosa, porque el naval no está incluido entre los sectores regulados por la última ronda de acuerdos comerciales. Los Quince instarán también al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial para que investiguen si Corea está haciendo buen uso de los créditos y facilidades recibidas de estos organismos para superar la crisis financiera que ha afectado a los países asiáticos. Se trata de tener la absoluta seguridad de que ese dinero no se está destinando a subvencionar de forma ilegal a los astilleros coreanos.Pero todas estas medidas corren el riesgo de no llegar a tiempo para superar la crisis que viven ciertos astilleros públicos europeos y en particular los españoles y los alemanes, aunque también, en menor medida, los del Reino Unido, Francia, Italia y Grecia.

Por eso, los ministros han habilitado al comisario responsable de Industria, el finlandés Erkki Liikanen, para que viaje a Seúl a advertir a las autoridades coreanas sobre la gravedad de sus actuaciones en el sector naval. Si sus negociaciones no dan resultado, la Comisión deberá presentar una lista de acciones contra Corea para paliar los efectos de su competencia desleal.

"Soy muy escéptico sobre la eficacia a corto plazo de las actuaciones ante la OMC, el FMI y el Banco Mundial", admitió el ministro español, Josep Piqué. "Nosotros somos partidarios de que la Comisión tome medidas de carácter comercial u otras que no necesariamente han de ligarse a un sistema de ayudas", añadió.

Piqué admitió que el problema es de una gravedad que legitimaría a Europa a entablar una guerra comercial. "Con el máximo respeto a lo que tienen que ser las relaciones internacionales y el máximo respeto a los problemas que pueda tener Corea, derivados de su crisis financiera, hay cosas que no se deben permitir, y de la misma manera que a todos nos parece al final normal, usual, que una potencia comercial como Estados Unidos tome sus decisiones, que lo haga también Europa sin más complejos de los necesarios".

Josep Piqué intentó tranquilizar a los países que temen que las quejas por la actuación coreana sean sólo una pantalla para justificar la necesidad de mantener en el tiempo el sistema de ayudas públicas. "Eso está completamente descartado. No se puede prolongar el sistema de ayudas ni autorizar nuevas ayudas. Eso sería pan para hoy y hambre para mañana", dijo.

"Lo que queremos es que nuestros astilleros públicos puedan demostrar que son capaces de competir en condiciones de lealtad y eso ahora no es posible debido a las prácticas desleales de Corea", añadió.

Según los datos de la Comisión, los precios de los buques de nueva construcción han bajado entre un 15% y un 31,5% entre enero de 1997 y marzo de este año, debido a que Corea admite pedidos hasta un 40% por debajo del precio de coste. En los últimos diez años, Corea ha triplicado su capacidad de producción, mientras que Europa ha reducido la suya un 30%.

Pero a pesar del dramatismo del mensaje lanzado ayer por los europeos, las cifras de cuota de mercado mundial parecen perjudicar más a Japón (que ha pasado del 38% de pedidos en 1997 al 31% en 1998 y el 28% en el primer semestre de este año). En ese periodo, la UE ha pasado del 14% al 25% y luego al 17%.

Aunque también están preocupados por la competencia asiática, los trabajadores de los astilleros españoles tampoco acogieron bien las declaraciones de ayer de Piqué. El presidente del comité sindical de la factoría de Astilleros Españoles de Cádiz, Jesús Gargallo, valoró como "frustrantes" y "muy preocupantes" las afirmaciones del ministro de Industria indicando que no son posibles más ayudas públicas al sector, informa Efe.

Los miembros de los comités de empresa de las factorías de astilleros de Cádiz y Puerto Real se disfrazaron ayer de orientales para protestar contra la competencia desleal de los países asiáticos. Durante la concentración, los representantes de los trabajadores portaban una pancarta en la que reclamaban más trabajo para los astilleros europeos con la leyenda: "Menos balcos pala Kolea, más tlabajo pala Eulopa".

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